viernes, 25 de enero de 2013

LINEAMIENTOS CURRICULARES Y ESTANDARES DE COMPETENCIAS


LINEAMIENTOS CURRICULARES

En este contexto, el Ministerio de Educación Nacional entrega a los educadores y a la comunidad educativa del país la serie de documentos titulado “Lineamientos Curriculares”, en cumplimiento del artículo 78 de la Ley 115 de 1994.Los  lineamientos  constituyen  puntos  de  apoyo  y  de orientación general frente al Postulado de la Ley que nos invita  a  entender  el  currículo  como  "...un  conjunto  de Criterios, planes de estudio, programas, metodologías y procesos que contribuyen a la Formación integral y a la construcción de la identidad cultural nacional, regional y local..." Los lineamientos que  han   de   generar   procesos   de reflexión, análisis crítico y Ajustes progresivos por parte de  los  maestros,  las  comunidades  educativas  y  (artículo 76).investigadores   educativos,   hacen   posible   iniciar   un cambio profundo hacia nuevas realidades en donde las "utopías"   y   la   imaginación   de   nuevos modelos de sociedad estimulen entre nosotros un hombre nuevo con una  actitud  mental  nueva,  consciente  de  que  no  hay realidades  por  imitar  sino  futuros  por  construir,  y  en  el cual  las  mejores  condiciones  de  vida  que  se  vayan alcanzando exigirán  no  tanto  Tener  más  sino  ser  más, pues   ésta   es   la   verdadera   condición   del   progreso Humano. Con los lineamientos se pretende atender esa necesidad de orientaciones y Criterios nacionales sobre los curri culos, sobre la función de las áreas y sobre nuevos enfoques para comprenderlas y enseñarlas. El papel que cumplen las  áreas y las disciplinas en los currículos de la Educación  básica y media, varía  según las épocas y las culturas. A los educadores especialistas corresponde elaborar y asumirlos programas Curriculares como transitorios, como hipótesis de trabajo que   evolucionan   a   Medida que la práctica señala aspectos que se deben modificar, resinificar, Suprimir o incluir. También  cambian  los  procedimientos  que  el  Ministerio de   Educación  Emplea   para   orientar   el   desarrollo pedagógico  del  país.  Abandona  el  rol  de  diseñador de un  currículo  nacional  para  asumir  el  de  orientador y facilitador  de  ambientes  de  participación  en  los  cuales las comunidades educativas despliegan su creatividad y ejercen  la  autonomía  como  condición  necesaria  para que haya un compromiso personal e institucional con lo que se hace y se vive en las aulas. Los lineamientos  buscan  fomentar  el  estudio  de la fundamentación pedagógica de las disciplinas, intercambio   de   experiencias en el contexto de los Proyectos Educativos Institucionales. Los mejores Lineamientos serán aquellos que propicien la creatividad, el  trabajo  solidario  en  los  microcentros  o  grupos  de estudio, el incremento de la autonomía y fomenten en la escuela la investigación, la innovación y la mejor formación de los colombianos.
Internacionalmente  ha  habido  también  interés  por  la  evaluación  de  los  resultados  de  la  educación matemática en los primeros niveles de la educación formal. Por ejemplo, los tres estudios internacionales que han evaluado los logros de los estudiantes: el primer estudio internacional de matemáticas (First International Mathematics Study, FIMS), el segundo
estudio internacional de matemáticas (Second International Mathematics Study, SIMS) y el tercer estudio internacional de  matemáticas  y  ciencias  (Third  International  Mathematics  and  Sciences  Study,  TIMSS).  Colombia  participó  en este último junto con otros cuarenta países, teniendo como marco los programas de la Renovación Curricular.

A propósito  de  este  punto  los  documentos  del  TIMSS  (Habilidades  en  ciencias  y  matemáticas: Una alternativa para desarrollar la creatividad - Ministerio de Educación Nacional, 1997) publican informaciones como la siguiente:

El cronograma del TIMSS plante o el análisis curricular que se concluyó  en 1994 con un análisis completo y a fondo de las guías curriculares, textos de estudio y opiniones de expertos, que permitan identificar muy bien las características del currículo oficial, o al menos se conozcan bien sus buenas intenciones. En este aspecto la propuesta curricular de Colombia está  a la altura de los demás países e intercepta en más de un 75-80% el Currículo Internacional en Ciencias Matemáticas.

Los documentos publicados sobre el TIMSS contienen información valiosa para Colombia en relación con el currículo y con los factores que favorecen o dificultan los logros de los estudiantes.

Se encuentran evidencias de que el currículo propuesto es bien diferente del que se desarrolla efectivamente en el aula y del que es aprendido por los estudiantes.

También  contamos  con  evaluaciones  nacionales  sobre  la  calidad  de  la  educación  en  matemáticas.  Desde  1991  el Servicio  Nacional  de  Pruebas  del  ICFES,  el  Grupo  de  Matemáticas  del  Ministerio  de  Educación  Nacional  y  varias universidades y docentes han adelantado una investigación sobre la calidad de la educación en los grados 3°, 5°, 7°, y 9°:
Esas informaciones están contenidas en diversas publicaciones que el Ministerio de Educación Nacional ha entregado al país para que sean estudiadas y debatidas ampliamente de modo que constituyan una fuente de criterios para la toma de decisiones nacionales, regionales y locales. Las publicaciones mencionadas son las correspondientes a saber del Sistema Nacional de Evaluación de la Educación, SNE y las del TIMSS ya mencionado. Ellas constituyen un material de consulta  necesaria  para  todos  cuantos  intervienen en la educación  matemática  porque  presentan  estudios  muy completos  acerca  de  lo  que  los  alumnos  están  aprendiendo  con  más  efectividad,  sobre  dificultades  y  tendencias erróneas, así como sobre niveles de logro que alcanzan y factores asociados a la enseñanza y el aprendizaje.

Las publicaciones mencionadas incluyen, además, información amplia sobre las preguntas hechas en las evaluaciones.
De estudiantes y los análisis llevadas a cabo. Tal vez nunca había contado el país con una información similar en las matemáticas de la educación formal. Al respecto conviene señalar que el times considera el currículo como una variable central y lo estudia en tres niveles: el propuesto, el desarrollado y el logrado.

Al Ministerio de Educación Nacional en todas sus instancias, a las secretarías de educación, a las universidades, centros de investigación, instituciones educativas docentes, consejos académicos corresponde comprender la importancia que tienen  las  evaluaciones.


2.2.  ESTANDARES CURRICULARES

Los estándares curriculares son criterios que especifican lo que todos los estudiantes de educación prescolar, básica y media deben saber y ser capaces de hacer en una determinada área y grado. Se traducen en formulaciones claras, universales, precisas y breves, que expresan lo que debe hacerse y cuán bien debe hacerse. Están sujetos a la verificación; por lo tanto, también son referentes para la construcción de sistemas y procesos de evaluación interna y externa, consistentes con las acciones educativas.


2.3. ESTANDARES CURRICULARES, COMPETENCIAS Y LOGROS.

La noción de estándar curricular hace referencia a una meta que expresa, en forma
Observable, (a) lo que el estudiante debe saber, es decir, los conceptos básicos de cada área, así como (b) las competencias, entendidas como el saber hacer, utilizando esos conceptos. La noción de logro, por otra parte, hace referencia al nivel   Con los estándares curriculares no se pretende ‘uniformar’ la educación; con ello se busca contar con un referente común, que asegure a todos el dominio de conceptos y competencias básicas para vivir en sociedad y participar en ella en igualdad de condiciones. Las instituciones educativas, en el marco de su PEI, son autónomas para elegir sus enfoques y estrategias pedagógicas, así como para seleccionar las
Temáticas que mejor se adecúen a las exigencias y expectativas de los distintos
Contextos en que desarrollan su acción. Matemáticos referentes al planteamiento y Resolución de problemas, razonamiento matemático y comunicación matemática.

En cada caso los estándares están precedidos por un documento de estudio que recoge los elementos de los lineamientos curriculares asociados con la naturaleza y los propósitos del área, así como con la descripción de los ejes, componentes o procesos que las caracterizan. Éstos fueron la base para estructurar su presentación.

En ningún caso la forma como se plantean los estándares significa un orden estricto a partir del cual se debe organizar el plan de estudios o el proceso de enseñanza en un determinado grado; por el contrario, es cada institución escolar, en el marco de su PEI, la que define cómo organiza las temáticas en asignaturas, en proyectos pedagógicos o mediante la incorporación de áreas optativas, los tiempos ,las estrategias y los recursos para lograr que todos sus estudiantes alcancen estos estándares.
En Matemáticas los estándares se encuentran organizados de acuerdo con los componentes Del  área:
(a)  pensamiento numérico y sistemas numéricos.
(b)  pensamiento espacial y sistemas Geométricos,
 (c)   pensamiento métrico y sistemas de medidas,
(d)   pensamiento aleatorio y sistemas de datos,
  (e)   pensamiento variacional y sistemas algebraicos y analíticos y
 (f)    procesos.  En términos muy generales, la matemática es el estudio de los números y el espacio. Más Precisamente, es la búsqueda de patrones y relaciones. Esta búsqueda se lleva a cabo mediante Conocimientos y destrezas que es necesario adquirir, puesto que llevan al desarrollo de conceptos y generalizaciones utilizadas en la resolución de problemas de diversa índole, con el fin de obtener una mejor comprensión del mundo que nos rodea y contribuir a la solución de Necesidades específicas de las personas. La matemática es una manera de pensar caracterizada por procesos tales como la exploración, el descubrimiento, la  clasificación, la abstracción, la estimación, el cálculo, la predicción, la descripción, la deducción y la medición, entre otros.

Además, la matemática constituye un poderoso medio de comunicación que sir- ve para representar, interpretar, modelar, explicar y predecir.
La matemática es parte de nuestra cultura y ha sido una actividad humana desde los primeros tiempos. La matemática, por tanto, permite a los estudiantes apreciar mejor su legado cultural al suministrarles una amplia perspectiva de muchos de los logros culturales de la humanidad.

El aprendizaje de las matemáticas, al igual que el de otras áreas, es más efectivo cuando el estudiante está motivado. Por ello resulta fundamental que las actividades de aprendizaje despierten su curiosidad y correspondan a la etapa de desarrollo en la que se encuentra. Además, es importante que esas actividades tengan suficiente relación con experiencias de su vida cotidiana. Para alimentar su motivación, el estudiante debe experimentar con frecuencia el éxito en una actividad matemática. El énfasis en dicho éxito desarrolla en los estudiantes una actitud; Es importante reconocer que los estudiantes aprenden matemáticas interactuando con el entorno físico y social, lo cual lleva a la abstracción de las ideas matemáticas. Puesto que los estudiantes también aprenden investigando, se les debe dar oportunidades para descubrir y crear patrones, así como para explicar, describir y representar las relaciones presentes en esos patrones.

Cualquiera sea el currículo que adopte la institución dentro de su plan de estudios, así como los mecanismos que opte para implementarlo, la enseñanza de las matemáticas debe cumplir los propósitos generales siguientes:


  Generar en todos los estudiantes una actitud favorable hacia las matemáticas y estimular en ellos el interés por su estudio.
  Desarrollar en los estudiantes una sólida comprensión de los conceptos, procesos y estrategias básicas de la matemática e, igualmente, la capacidad de utilizar todo ello en la solución de problemas.
  Desarrollar en los estudiantes la habilidad para reconocer la presencia de las matemáticas en diversas situaciones de la vida real.
  Suministrar a los estudiantes el lenguaje apropiado que les permita comunicar de manera eficaz sus ideas y experiencias matemáticas.
  Estimular en los estudiantes el uso creativo de las matemáticas para expresar nuevas ideas y descubrimientos, así como para reconocer los elementos matemáticos presentes desarrollo en otras actividades creativas.
  Retar a los estudiantes a lograr un nivel de excelencia que corresponda a su etapa de
Tal como quedó planteado en el documento Matemáticas - Lineamientos curriculares, el currículo de matemáticas a lo largo de la educación básica y media se compone de los siguientes elementos.

Pensamiento numérico y sistemas numéricos:
Este componente del currículo procura que los estudiantes adquieran una comprensión sólida tanto de los números, las relaciones y operaciones que existen entre ellos, como de las diferentes maneras de representarlos.

Pensamiento espacial y sistemas geométricos:

El componente geométrico del currículo deberá permitir a los estudiantes              examinar y analizar las propiedades de los espacios bidimensional y tridimensional, así    como las formas y figuras geométricas que se hallan en ellos. De la misma manera, debe proveerles herramientas tales como el uso de transformaciones, traslaciones y simetrías para analizar situaciones matemáticas. Los estudiantes deberán desarrollar la capacidad de presentar argumentos matemáticos acerca de relaciones geométricas, además de utilizar la visualización, el razonamiento espacial y la modelación geométrica para resolver problemas.


 Pensamiento métrico y sistemas de medidas:
El desarrollo de este componente del currículo debe dar como resultado la comprensión, por parte del estudiante, de los atributos mensurables de los objetos y del tiempo. Así mismo, debe procurar la comprensión de los diversos sistemas, unidades y procesos de la medición.


 Pensamiento aleatorio y sistemas de datos:
El currículo de matemáticas debe garantizar que los estudiantes sean capaces de plantear situaciones susceptibles de ser analizadas mediante la recolección sistemática y organizada de datos. Los estudiantes, además, deben estar en capacidad de ordenar y presentar estos datos y, en grados posteriores, seleccionar y utilizar métodos estadísticos para analizarlos y desarrollar y evaluar inferencias y predicciones a partir de ellos.


De igual manera, los estudiantes desarrollarán una comprensión progresiva de los conceptos fundamentales de la probabilidad.

 Pensamiento variacional y sistemas algebraicos y analíticos:

Este componente del currículo tiene en cuenta una de las aplicaciones más  importante de la matemática, cual es la formulación de modelos matemáticos para diversos fenómenos. Por ello, este currículo debe permitir que los estudiantes adquieran progresivamente una comprensión de patrones, relaciones y funciones, así como desarrollar su capacidad de representar y analizar situaciones y estructuras matemáticas mediante símbolos algebraicos y gráficas apropiadas. Así mismo, debe desarrollar en ellos la capacidad de analizar el cambio en varios contextos y de utilizar modelos matemáticos para entender y representar relaciones cuantitativas.


 Procesos matemáticos:

a.                  Planteamiento y resolución de problemas.
 La capacidad para plantear y resolver problemas debe ser una de las prioridades del currículo de matemáticas. Los planes de estudio deben garantizar que los estudiantes desarrollen herramientas y estrategias para resolver problemas de carácter matemático, bien sea en el campo mismo de las matemáticas o en otros ámbitos relacionados con ellas. También es importante desarrollar un espíritu reflexivo acerca del proceso que ocurre cuando se resuelve un problema o se toma una decisión. De conocer y ser capaces de identificar diversas formas de razonamiento y métodos de demostración.

c. Comunicación matemática
Mediante la comunicación de ideas, sean de índole matemática o no, los estudiantes consolidan su manera de pensar. Para ello, el currículo deberá incluir actividades que les permitan más coherente, clara y precisa.

Cada aspecto establecido en términos de las orientaciones curriculares, incidirá de manera directa en el niño  como en el docente, ya que los procesos se dan bidireccionalmente, lo que quiere decir que ambos se contribuyen en el alcance de los logros y crecimiento personal.

      A continuación, se mencionarán las dimensiones a tenerse en cuenta según los lineamientos curriculares: dimensión cognoscitiva, socio­afectiva , lenguaje o comunicativa estética, espiritual  y ética.

        Dimensión cognoscitiva
  Esta  dimensión  tiene  como  objetivo  general  mejorar  la  forma  de  relacionarse  el  niño con  otros  niños,  padre  y  adultos,  con  el  fin  de  contribuir  a  su  desarrollo  integral.  Esta dimensión tiene tres (3) propósitos fundamentales.
Los cuales son:
1. La búsqueda de la independencia del niño.
2. La búsqueda de la consistencia del niño
 3. El desarrollo autónomo de valores.

Esta dimensión es fundamental en el desarrollo intelectual del niño y se encuentra íntima­ mente relacionada con lo socio­afectivo. Esta disposición cognoscitiva se establece por la maduración biológica y por el aprendizaje previo, que ha sido acumulado a través de la exploración personal y las experiencias sociales.

El término cognoscitivo proviene del latín "cognoscere", que significa conocer. El funcionamiento cognoscitivo se pude  considerar  como  un  acto  o proceso  de  conocer,  que incluye darse cuenta, y juicio. Algunos denominan el funcionamiento cognoscitivo, funcionamiento mental o intelectual. El desarrollo cognoscitivo se refiere a la profundidad  y  amplitud  cada vez mayor del funcionamiento intelectual y mental que ocurre a medida que el individuo madura.

La meta es fomentar el desarrollo cognoscitivo en los primeros años de vida del niño, por lo que éste debe aprender a:
          Comprender el mundo que lo rodea.
          Comprender a la gente y las cosas.
          Comprender su cuerpo y sentimientos, cómo cuidarse a sí mismo.
          Simbolizar, usando el lenguaje y medios para comunicarse.
          Hacer elecciones y tomar decisiones y volverse independiente.
          Hacer lo que está correcto de acuerdo con los valores del lugar o comunidad en general.
Según Landreth, los niños pueden ser capaces de realizar cinco (5) tipos de diferentes operaciones intelectuales, las cuales son:

                                                                                                                         
ACTIVIDAD
OPERACIÓN
Intelectual

Cognición
Percibir o reconocer un problema.                                                               Cognición
Retener lo que han reconocido y recordarlo.
Memoria
Usar la información percibida y retenida para encontrar las respuestas
Correctas.

Pensamiento convergente






Partir de informaciones que ya poseen y buscar algo nuevo de un tipo Pensamiento divergente. Respuesta diferente pensamiento para entender las capacidades cognitivas del niño de preescolar, hay que centrarse en lo que éste sabe y hace en cada momento, su relación y acción con los objetos del mundo y la mediación que ejercen las personas de su contexto familiar, escolar y comunitario para el logro de conocimientos en una interacción en donde se pone en juego el punto de vista propio  y  el  de  los otros,  se  llega  a  acuerdos,  se  adecúan  lenguajes  y  se  posibilita  el  ascenso hacia nuevas zonas de desarrollo.
Para el desarrollo del aspecto cognoscitivo del niño, el profesor se podrá apoyar en actividades que tengan que ver con las matemáticas, ciencias y sociales.
La  dimensión cognitiva es propia de las actividades en las áreas de matemáticas, ciencias y sociales.

 Dimensión socio­afectiva

Según el Ministerio de Educación Nacional, la comprensión de la dimensión socio­afectiva hace evidente la importancia que tiene la socialización y la afectividad en el desarrollo armónico e integral en los primeros años de vida incluyendo el periodo de tres a cinco años.

El desarrollo socio­afectivo en el niño juega un papel fundamental en el afianzamiento de su personalidad,  autoimagen, autoconcepto y autonomía, esenciales para la consolidación de su subjetividad, como también en las relaciones que establece con los padres, hermanos, docentes, niños y adultos cercanos a él; de esta forma va logrando crear su manera personal de vivir, sentir y expresar emociones y sentimientos frente a los objetos, animales y personas del  mundo,  la  manera  de  actuar,  disentir  y  juzgar  sus  propias  actuaciones  y  las  de  los  demás, al igual que la manera de tomar sus propias determinaciones.

La  emocionalidad  en  el  niño  es  intensa,  domina  parte  de  sus  acciones,  pero  es  igualmente cambiante: de  estados de  retraimiento  y tristeza,  puede pasar  a la alegría  y el  bullicio, olvidando rápidamente las causas que  provocaron la situación  anterior. El control  sobre  sus emociones es débil, no pone distancia entre él y sus sentimientos y difícilmente llega a criticarlos, juzgarlos  o  corregirlos;  es  impulsivo  y  vive  con  profundidad  sus  penas  y  alegrías, haciendo a veces que sus temores sean intensos.
Para el desarrollo del aspecto cognoscitivo del niño, el profesor se podrá apoyar en actividades que tengan que ver con las matemáticas, ciencias y sociales.
La  dimensión cognitiva es propia de las actividades en las áreas de matemáticas, ciencias y sociales.


  El niño va logrando su desarrollo afectivo a través de esta emotividad y sus diferentes      manifestaciones, de la misma forma como las otras personas, especialmente los más cercanos  y  significativos  para  él,  como  docentes,  adultos,  amigos,  las  asumen  y  le ayudan  a vivirlas.

Una relación positiva con ellos es estimulante y eficaz, así como una negativa malogra los esfuerzos de los niños y crea riesgo de desarrollar cualquier tipo de conductas frustradas o sentimientos de fracaso.

Procurar  un  adecuado  desarrollo  socio­afectivo  del  niño  implica  facilitar  la  expresión  de sus emociones, tanto de ira, rabia, temor, llanto, como también de bienestar, alegría, gozo amor, entusiasmo. Darle seguridad en sus acciones, facilitando la oportunidad de escoger, decidir y valorar dentro de una relación de respeto mutuo, de aceptación, de cooperación voluntaria, de libertad de expresión, de apreciación de sus propios valores y de solidaridad y participación, hace parte de la formación  para la vida, por cuanto permite a los niños ir creando su propio esquema de convicciones morales y de formas de relacionarse con los demás.
La dimensión es propia de las actividades dentro del salón d dimensión debe ser permeable en todas las actividades del preescolar, sin embargo, hay momentos en
 Dimensión de percepción y motricidad.

Esta  dimensión  está  relacionada  tanto  con  la  ejercitación  de  la  percepción,  como  con  el control voluntario que efectúa sobre sus actos motores. Los cuatro procesos básicos son:

Procesos perceptivos: Incluye la percepción visual, auditiva, olfativa y táctil.

Esquema motriz: Está relacionado con la capacidad de desarrollar la habilidad en la coordinación motriz fina y gruesa, visomotora y equilibrio.

Esquema corporal: Está relacionado con el desarrollo de la imagen y concepto corporal ajuste postural y lateralidad.

Estructura espacio­temporal: Está relacionada con el desarrollo de la estructura espacial lateralidad.

Según  Collo  y  colaboradores,  es  en  el  comienzo  de  la  etapa  del  preescolar  (tres años de edad), en donde ha concluido la fase fundamental de mielinización de las neuronas, lo cual permite  que  el  niño  esté  en  condiciones  de  realizar  actividades  sensoriales  y  de  coordinación de manera mucho más rápida y precisa. Además, es de resaltar la maduración notable del lóbulo frontal sobre los cinco años, que permite importantes funciones de regulación, planeamiento de la conducta y actividades que eran inicialmente involuntarias, como es el caso de la atención, la cual, por ejemplo, se va haciendo más sostenida, menos lábil y más consciente.  De  igual  forma,  la  capacidad  perceptiva  es  fundamental  para  el  desarrollo  de  las otras capacidades que se sintetizan o unifican en el proceso de pensar.



La  expresividad  del  movimiento  se  traduce  en  la  manera  integral  como  el  niño  actúa  y  se manifiesta ante el mundo con  su  cuerpo:  "en  la  acción  del  niño se  articula  toda  su  afectividad,  todos  sus  deseos,  todas  sus  representaciones,  pero  también  todas  sus  posibilidades  de comunicación y conceptualización". Por tanto, cada niño posee una expresividad corporal que lo identifica y debe ser respetada en donde sus acciones tienen una razón de ser.

A  partir  de  esta  concepción,  se  plantean  tres  gran des  objetivos  que  se  complementan  y enriquecen  mutuamente:  hacer  del  niño  un  ser  de  comunicación,  hacer  del  niño  un  ser  de creación, y favorecer el acceso hacia nuevas formas de pensamiento, por lo cual, al referirnos a la dimensión corporal, no es posible mirarla sólo desde el componente biológico, funcional  y  neuromuscular,  en  busca  de  una  armonía  en  el  movimiento  y  en  su  coordinación, sino incluir también las otras dimensiones, recordando que el  niño actúa como un todo poniendo en juego su ser integral.


Se podría decir entonces que desde la dimensión corporal, se posibilita la construcción misma de la persona, la constitución de una identidad, la posibilidad de preservar la vida, el camino de expresión de la conciencia y la oportunidad de relacionarse con el mundo. Dimensión del lenguaje o común cativa. Se parte del principio  de que la comunicación y la expresión son aspectos fundamentales en el desarrollo del niño. El desarrollo de vocabulario y del uso de lenguaje funcional en la población infantil es determinado, en parte, por el grado en que los padres y otras personas significativas  entablan  conversaciones  sostenidas  con  ellos,  les  hacen  y  les  responden preguntas y ponen atención y responden a comentarios de los niños.

Para el Ministerio de Educación Nacional, la dimensión comunicativa en el niño está dirigida a expresar conocimientos e ideas sobre las cosas, acontecimientos y fenómenos de la realidad; a  construir  mundos  posibles;  a  establecer  relaciones  para  satisfacer  necesidades,  formar vínculos afectivos, expresar emociones y sentimientos.
Los mecanismos innatos podrían ser suficientes para permitir a los niños desarrollar una estructura de  lenguaje completa, pero como lo establecen Neimark y Santa, en 1975, ésta no es suficiente para asegurar un buen funcionamiento del lenguaje.

Para el niño de preescolar, el uso cotidiano del idioma, su lengua materna en primera instancia, y de las diferentes formas de expresión y comunicación, le permiten centrar su atención en el contenido de lo que desea expresar a partir del conocimiento que tiene o va elaborando de  un  acontecimiento,  constituyéndose  el  lenguaje  en  la  forma  de  expresión  de  su  pensamiento. Por tanto, las oportunidades que facilitan y estimulan el uso apropiado de un sistema simbólico de forma comprensiva y expresiva, potencian el proceso de pensamiento.
Toda forma de comunicación que establece el niño se levanta sobre las anteriores, las transforma  en  cierta  medida,  pero  de  ninguna  manera  las  suprime,  a  mayor  edad  del  niño,  con mayor flexibilidad utiliza todos los medios a su alcance.

Entre más variadas y ricas son sus interacciones con aquellos que lo rodean y con las producciones  de  la  cultura,  más  fácilmente  transforma  sus  maneras  de  comunicarse, enriquece su lenguaje y expresividad, e igualmente diversifica los medios para hacerlo mediante la apropiación de las nuevas posibilidades que le proporciona el contexto.
Se parte del principio de que la comunicación y la expresión son aspectos fundamentales en el desarrollo del niño. El niño utiliza tres (3) tipos de lenguaje: oral, gráfico y corporal.
Como actividades propias del lenguaje se sugieren medios como los títeres, poesía, dramatizaciones, lectura de cuentos y canciones, entre otros.

 Dimensión Estética:

 La dimensión estética en el niño juega un papel fundamental, ya que brinda la posibilidad de construir la capacidad profundamente humana de sentir, conmoverse, expresar, valorar  y  transformar  las  percepciones  con  respecto  a    mismo  y  al  entorno,  desplegando todas sus posibilidades de acción. El niño, en esa permanente interacción consigo mismo, con sus pares y con los adultos, especialmente con sus compañeros, el docente y  padres  de  familia,  manifiesta  sus  sensaciones,  sentimientos  y  emociones,  desarrolla la imaginación y el gusto estético garantizando climas de  confianza y respeto, donde  los  lenguajes  artísticos  se  expresan  y  juegan  un  papel  fundamental  al  transformar  lo  contemplado  en  metáforas  y representaciones  armónicas  de  acuerdo  con  las significaciones propias de su entorno natural, social y cultural.
La sensibilidad en la dimensión estética, se ubica en el campo de las actitudes, la autoexpresión, el placer y la creatividad que encierra un compromiso, entrega, gratuidad y no­obligatoriedad. Hay una estrecha relación entre la sensibilidad  y la evolución de la construcción de la autoconciencia.
Hablar de la sensibilidad es hablar de respuesta pronta ante lo nuevo, de la delicadeza y sutileza, de ofrecer posibilidades de expresión, sentimiento y valoración que permitan al niño su desarrollo en esta dimensión, para ser capaz de amarse a sí mismo y amar a los demás, favoreciendo de esta manera el desarrollo de actitudes de pertenencia, autorregulación, confianza, singularidad, eficiencia y satisfacción al lograr lo que él mismo se ha propuesto por ello, se puede decir que el profesor, en la etapa del preescolar, deberá buscar los medios o situaciones en que el niño pueda desarrollar su sensibilidad, con el fin de dejar entrever sus sentimientos, actitudes y deseos frente a la actividad consigo mismo y con los otros en el marco de su propia realidad escolar.

 Dimensión Espiritual:
En los lineamientos del currículo determinado en el MEN, el desarrollo de esta dimensión  en  el  niño,  le  corresponde  en  primera  instancia  a  la  familia  y  posteriormente  a  la institución  educativa,  al  establecer  y  mantener  viva  la  posibilidad  de  trascender  como una característica propia de la naturaleza humana, la espiritualidad.
Lo trascendente en el niño, por tanto, se puede entender como el encuentro del espíritu humano  con  su  subjetividad,  su  interioridad  y  su  conciencia,  estados  profundos  de  la dignidad y libertad del ser humano, lo cual supone que el adulto tenga un conocimiento de las características propias de la subjetividad, la interioridad y la conciencia en formación del niño.

Como acción propia de la dimensión espiritual, está el fomento de las actividades para el desarrollo del espíritu, considerando que Colombia es un país significativamente católico y reconocido como tal en la constitución, al igual que se reconoce también en el otro la libertad de culto

 Dimensión Ética:
La formación ética y moral en los niños consiste en abordar el  reto de orientar su vida, es decir, llevar al niño poco a poco a la interiorización de reglas y formas de relacionarse con  el entorno y con sus semejantes, y por otro lado, permitir apreciaciones sobre la sociedad y sobre su papel en ella.

El objetivo de la educación moral sería el desarrollo de la autonomía, es decir, el actuar de acuerdo con criterios propios. Contrariamente a posiciones que buscan imponer o inculcar valores en los niños, Piaget propone el desarrollo de la autonomía moral, como la construcción de  criterios  morales  que  permitan  distinguir  lo  correcto  de  lo  incorrecto.  Construcción que se hace en la interacción social, siendo la pregunta central del maestro cómo formar a los niños, cómo construir estos criterios. La  respuesta se  encontraría en el tipo de relaciones que se establecen entre los niños y los adultos. La moral autónoma se  desarrolla en unas relaciones de cooperación basadas en la reciprocidad. La moral heterónoma es fruto de unas relaciones de presión sustentadas en el respeto unilateral.

En última, la creación de un ambiente en el aula y en la escuela, basado en el respeto mutuo y en las posibilidades de descentrarse y coordinar puntos de vista, es la estrategia fundamental para el desarrollo de esta autonomía. El maestro disminuirá su poder como adulto permitiendo que los niños tomen decisiones, expresen puntos de vista, y aun sus desacuerdos respecto a algunas posiciones del adulto.

Propiciará las relaciones entre los niños, base para la formación de la noción de justicia, el intercambio de puntos de vista y la solución de problemas entre ellos mismos. Igualmente, fomentará su curiosidad, la elaboración de preguntas y la búsqueda de soluciones ante los problemas  morales  que  se  presentan  en  la  vida  diaria.  Los  niños  en  este  ambiente  irán construyendo el valor del respeto al otro, de la honestidad, de la tolerancia, valores esenciales para una convivencia democrática.

Finalmente, se puede decir que cada una de estas dimensiones están íntimamente relacionadas, ya que el estimular una de ellas trae consigo el avance en las otras paralelamente; ejemplo de esto es cuando se estimula al niño para el desarrollo del lenguaje con actividades, lo que permitirá a su vez estimular la capacidad cognitiva, perceptiva, social y afectiva de cada niño.