martes, 16 de abril de 2013

CONTEXTO PARA LA EVALUACION



CONTEXTO PARA LA EVALUACIÓN
                                                                   EVALUACION:
EVALUACIÓN ACADÉMICA: La evaluación académica se concibe como un proceso de formación integral y de valoración del rendimiento del proceso educativo del estudiante a partir del proyecto educativo institucional (PEI), el modelo pedagógico y los criterios establecidos en los estándares de calidad.

EVALUACIÓN
Institucionalmente, la evaluación se concibe como un proceso sistemático, continuo y permanente que permite verificar los aspectos que promueven la formación integral del estudiante y los niveles en que se desarrolla el pensamiento crítico (literal, inferencial y critico), a través de habilidades como la observación, descripción, análisis y reflexión las cuales contribuyen a asimilar, comprender, criticar y aplicar el conocimiento.
Evaluación es: La evaluación acompaña todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, no con el propósito de excluir, sino de promover. Se valoran los logros de aprendizaje con el objeto de que los estudiantes se hagan cargo de su propio ascenso en el desarrollo de competencias, de acuerdo con los estándares, que impone el currículo, en función de la formación integral.
La evaluación proporciona sentido humano a toda la actividad educativa y condiciona la vida futura de nuestros estudiantes. Mediante la evaluación juzga cada uno qué nivel de maduración ha alcanzado.
Por otra parte, la evaluación indica en qué sentido deben redireccionarse el proceso de enseñanza-aprendizaje y el tipo de interacción entre los sujetos del mismo: estudiantes-docentes- directivos-administrativos-mediaciones pedagógicas.
Para evaluar, es preciso atender los siguientes aspectos:
  • Aceptar los resultados no previstos y los acontecimientos imprevisibles.
  • Asumir los datos tanto sobre medios y procesos como sobre productos.
  • Valorar las etapas del proceso de aprestamiento y desarrollo, con el fin de corregir oportunamente los errores y mejorar los aciertos.
  • Superar la evaluación burocrática vertical y preferir la evaluación participativa, con posibilidad de crítica de los estándares en juego.
  • Enfatizar en la progresividad, la auto y coevaluación, el mejoramiento permanente, la resolución de problemas.
  • Generar nuevas propuestas de remediación y superación como respuesta a los indicadores del proceso evaluativo.
  • Juzgar de manera más cualitativa que cuantitativa y priorizar logros finales integradores sobre momentos fallidos de aprestamiento o proceso.
La  nueva  ley  de  educación  introduce  un  cambio  sustancial  en  el  sistema  educativo  colombiano,  exigiendo  que  la evaluación  sea  cualitativa.  Aquí  nos  parece  necesario  precisar  que  lo  cualitativo  no  excluye  lo  cuantitativo;  por  el contrario, lo primero incluye lo segundo, cuando es posible cuantificar. Lo que ocurre es que, en general, no es posible cuantificar fenómenos no objetivizables como la comprensión o la inteligencia. La  evaluación  cualitativa  debe  ser  formativa,  continua,  sistemática  y  flexible,  centrada  en  el  propósito  de  producir  y recoger información necesaria sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en el aula y por fuera de ella.
El  papel  de  los  docentes,  la  institución  y  la  familia  consiste  en  interpretar  y  
valorar  las  informaciones  obtenidas  para tomar decisiones encaminadas a la cualificación de los aprendizajes de los alumnos y de las estrategias de enseñanza utilizadas.  En  todos  los  casos,  el  propósito  fundamental  consistirá  en  que  la  mayoría  de  los  alumnos  alcancen  los objetivos generales y específicos previstos en la Ley general de la educación colombiana y en los proyectos educativos de las instituciones y los logros que subyacen en los indicadores propuestos en la resolución 2343 de 1996.

 Orientaciones para la evaluación Toda evaluación educativa es un juicio en donde se comparan los propósitos y deseos con la realidad que ofrecen los procesos, de aquí que la evaluación debe ser más una reflexión que un instrumento de medición para poner etiquetas a los individuos; lo que no excluye el reconocimiento de las diferencias individuales. Aunque la evaluación debe incluir la adquisición de informaciones, importante más el ejercicio de competencias o formas de actuación que puedan ser nombrados como características del pensamiento lógico matemático.  


 En  general,  y  en particular, además de las actitudes de los estudiantes.

EVALUACIÓN DIAGNOSTICA: Cuando se pretende básicamente, conocer las ideas previas que tiene los alumnos sobre sus conocimientos, habilidades y destrezas procedimentales.
EVALUACION FORMATIVA: Trata de analizar los comportamientos y logros durante el proceso enseñanza aprendizaje.
EVALUACION SUMATIVA: Cuando permite conocer a los docentes alcanzar el resultado alcanzado.

       
HETEROEVALUACION: Cuando el docente es quien evalúa:  
Consiste en que una persona evalúa lo que otra ha realizado. El tipo de evaluación que con mayor frecuencia se utiliza es aquella donde el docente es quien, diseña, planifica, implementa y aplica la evaluación y donde el estudiante es sólo quien responde a lo que se le solicita.
La heteroevaluación permite al alumno y al docente: 
AUTOEVALUCION: Cuando el alumno (evaluado) es quien se evalúa .
  • Identificar carencias o “puntos flojos” que es necesario reforzar antes de seguir adelante con el programa.
  • Evitar repeticiones innecesarias de objetivos que ya han sido integrados.
  • Dar soporte para la planificación de objetivos reales, adecuados a las necesidades e intereses del grupo.
  • Trabajar en el diseño de actividades remédiales, destinadas al grupo o a los individuos que lo requieran.

                                                       
Es el proceso donde el alumno valoriza su propia actuación. Le permite reconocer sus posibilidades, limitaciones y cambios necesarios para mejorar su aprendizaje. La Autoevaluación permite al alumno:
  • Emitir juicios de valor sobre sí mismo en función de ciertos criterios de evaluación o indicadores previamente establecidos.
  • Estimular la retroalimentación constante de sí mismo y de otras personas para mejorar su proceso de aprendizaje.
  • Participar de una manera crítica en la construcción de su aprendizaje.

.
COEVALUACION: Cuando el grupo es quien se evalúa.  
  Es el proceso de valoración conjunta que realizan los alumnos sobre la actuación del grupo, atendiendo a criterios de evaluación o indicadores establecidos por consenso. 
  La Coevaluación permite al alumno y al docente:
  • Identificar los logros personales y grupales.
  • Fomentar la participación, reflexión y crítica constructiva ante situaciones de aprendizaje.
  • Opinar sobre su actuación dentro del grupo.
  • Desarrollar actitudes que se orienten hacia la integración del grupo.
  • Mejorar su responsabilidad e identificación con el trabajo.
  • Emitir juicios valorativos acerca de otros en un ambiente de libertad, compromiso y responsabilidad.
Un estado final transitorio puede referirse a la culminación del trabajo en una unidad didáctica, o a un período de tiempo escolar  (tres  meses,  seis  meses,  un  año,  tres  años,  etc.).  Aquí se  toman  las  decisiones  sobre  los  estudiantes  y  los ajustes que sean necesarios para continuar con el plan de trabajo. Por ejemplo, programas especiales de apoyo para uno,  varios  o  todos  los  estudiantes;  orientaciones  para  el  alumno  y  para  la  familia;  modificaciones  en  las  didácticas, mejoras en el uso de medios, etc. Es muy conveniente que en la evaluación de los estados finales transitorios participen otros profesores del área, para introducir una mejor objetividad en los juicios de valor.

El significado positivo y  “sano” de una evaluación cualitativa radica en la intención de interpretar, con más precisión, el complejo proceso del aprendizaje significativo. Esto requiere tener en cuenta, con prioridad, los comportamientos y los procedimientos, las respuestas consideradas como válidas por los diferentes sectores de la cultura.

Evaluar el estado cognoscitivo y afectivo del estudiante, frente a un  Ã¡rea del conocimiento,

significa considerar todos aquellos  elementos  necesarios  para  diagnosticar  los  

estados  del  aprendizaje,  los  factores  formativos  y  los  logros alcanzados, de acuerdo

 con los propósitos y las estrategias de intervención  utilizadas durante el proceso educativo.

Se  debe  evaluar  continuamente  al  estudiante  en  comportamientos  que  muestren  su  trabajo  cotidiano:  su  actitud,  su dedicación,  su  interés,  su  participación,  su  capacidad  de  diferenciación  en  algún  Ã¡rea  o  asignatura  particular,  su habilidad para asimilar y comprender informaciones y procedimientos, su refinamiento progresivo en los métodos para conocer, para analizar, crear y resolver problemas, y su inventiva o tendencia a buscar nuevos métodos o respuestas para las situaciones. Lo anterior incluye elementos tan variados como:

Las concepciones de los alumnos sobre los conceptos.

 Los cambios que se presentan en las concepciones mediante la participación activa de los estudiantes durante la construcción de los conocimientos.

La comprensión de los conocimientos básicos en un momento dado.
 El estado de conceptualización alcanzado frente a los saberes formales.
Las formas de comunicación de concepciones y conceptos.
La capacidad para aplicar los conocimientos.
La capacidad para interpretar, plantear y resolver problemas.
 Las estrategias y procedimientos utilizados para plantear y resolver problemas.
Los estilos de trabajo: solitario y colectivo.  
 La adquisición de destrezas.
La participación individual en tareas colectivas.
El interés por ampliar los conocimientos discutidos en el aula.
La capacidad de lectura y escritura de temas relacionados con el área.
La capacidad de reflexionar, críticamente, sobre lo que se aprende, lee o escribe.

Toda evaluación educativa es un juicio en donde se comparan los propósitos y deseos
con la realidad que ofrecen los procesos, de aquí que la evaluación debe ser más una reflexión que un instrumento de medición para poner etiquetas a los individuos; lo que no excluye el reconocimiento de las diferencias individuales.

Contexto para la evaluación

 Elementos para la evaluación de logros formativos y cognitivos
Un elemento importante a tener en cuenta es la diferenciación entre las respuestas de los estudiantes y las soluciones. Las primeras son una especie de acuerdo del sujeto con él mismo, las segundas pertenecen a los saberes formales. Con estas  connotaciones,  no  existen  respuestas  equivocadas  desde  el  punto  de  vista  del  sujeto.


CONTEXTO PARA LA EVALUACIÓN
EVALUACION:
EVALUACIÓN ACADÉMICA: La evaluación académica se concibe como un proceso de formación integral y de valoración del rendimiento del proceso educativo del estudiante a partir del proyecto educativo institucional (PEI), el modelo pedagógico y los criterios establecidos en los estándares de calidad.

EVALUACIÓN
Institucionalmente, la evaluación se concibe como un proceso sistemático, continuo y permanente que permite verificar los aspectos que promueven la formación integral del estudiante y los niveles en que se desarrolla el pensamiento crítico (literal, inferencial y critico), a través de habilidades como la observación, descripción, análisis y reflexión las cuales contribuyen a asimilar, comprender, criticar y aplicar el conocimiento.
Evaluación es: La evaluación acompaña todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, no con el propósito de excluir, sino de promover. Se valoran los logros de aprendizaje con el objeto de que los estudiantes se hagan cargo de su propio ascenso en el desarrollo de competencias, de acuerdo con los estándares, que impone el currículo, en función de la formación integral.
La evaluación proporciona sentido humano a toda la actividad educativa y condiciona la vida futura de nuestros estudiantes. Mediante la evaluación juzga cada uno qué nivel de maduración ha alcanzado.
Por otra parte, la evaluación indica en qué sentido deben redireccionarse el proceso de enseñanza-aprendizaje y el tipo de interacción entre los sujetos del mismo: estudiantes-docentes- directivos-administrativos-mediaciones pedagógicas.
Para evaluar, es preciso atender los siguientes aspectos:
  • Aceptar los resultados no previstos y los acontecimientos imprevisibles.
  • Asumir los datos tanto sobre medios y procesos como sobre productos.
  • Valorar las etapas del proceso de aprestamiento y desarrollo, con el fin de corregir oportunamente los errores y mejorar los aciertos.
  • Superar la evaluación burocrática vertical y preferir la evaluación participativa, con posibilidad de crítica de los estándares en juego.
  • Enfatizar en la progresividad, la auto y coevaluación, el mejoramiento permanente, la resolución de problemas.
  • Generar nuevas propuestas de remediación y superación como respuesta a los indicadores del proceso evaluativo.
  • Juzgar de manera más cualitativa que cuantitativa y priorizar logros finales integradores sobre momentos fallidos de aprestamiento o proceso.
La  nueva  ley  de  educación  introduce  un  cambio  sustancial  en  el  sistema  educativo  colombiano,  exigiendo  que  la evaluación  sea  cualitativa.  Aquí  nos  parece  necesario  precisar  que  lo  cualitativo  no  excluye  lo  cuantitativo;  por  el contrario, lo primero incluye lo segundo, cuando es posible cuantificar. Lo que ocurre es que, en general, no es posible cuantificar fenómenos no objetivizables como la comprensión o la inteligencia. La  evaluación  cualitativa  debe  ser  formativa,  continua,  sistemática  y  flexible,  centrada  en  el  propósito  de  producir  y recoger información necesaria sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en el aula y por fuera de ella.
El  papel  de  los  docentes,  la  institución  y  la  familia  consiste  en  interpretar  y  
valorar  las  informaciones  obtenidas  para tomar decisiones encaminadas a la cualificación de los aprendizajes de los alumnos y de las estrategias de enseñanza utilizadas.  En  todos  los  casos,  el  propósito  fundamental  consistirá  en  que  la  mayoría  de  los  alumnos  alcancen  los objetivos generales y específicos previstos en la Ley general de la educación colombiana y en los proyectos educativos de las instituciones y los logros que subyacen en los indicadores propuestos en la resolución 2343 de 1996.

 Orientaciones para la evaluación Toda evaluación educativa es un juicio en donde se comparan los propósitos y deseos con la realidad que ofrecen los procesos, de aquí que la evaluación debe ser más una reflexión que un instrumento de medición para poner etiquetas a los individuos; lo que no excluye el reconocimiento de las diferencias individuales. Aunque la evaluación debe incluir la adquisición de informaciones, importante más el ejercicio de competencias o formas de actuación que puedan ser nombrados como características del pensamiento lógico matemático.  


 En  general,  y  en particular, además de las actitudes de los estudiantes.

EVALUACIÓN DIAGNOSTICA: Cuando se pretende básicamente, conocer las ideas previas que tiene los alumnos sobre sus conocimientos, habilidades y destrezas procedimentales.
EVALUACION FORMATIVA: Trata de analizar los comportamientos y logros durante el proceso enseñanza aprendizaje.
EVALUACION SUMATIVA: Cuando permite conocer a los docentes alcanzar el resultado alcanzado.

HETEROEVALUACION: Cuando el docente es quien evalúa: 


















Consiste en que una persona evalúa lo que otra ha realizado. El tipo de evaluación que con mayor frecuencia se utiliza es aquella donde el docente es quien, diseña, planifica, implementa y aplica la evaluación y donde el estudiante es sólo quien responde a lo que se le solicita.
La heteroevaluación permite al alumno y al docente:
  • Identificar carencias o “puntos flojos” que es necesario reforzar antes de seguir adelante con el programa.
  • Evitar repeticiones innecesarias de objetivos que ya han sido integrados.
  • Dar soporte para la planificación de objetivos reales, adecuados a las necesidades e intereses del grupo.
  • Trabajar en el diseño de actividades remédiales, destinadas al grupo o a los individuos que lo requieran.

                                                      



AUTOEVALUCION: Cuando el alumno (evaluado) es quien se evalúa.
Es el proceso donde el alumno valoriza su propia actuación. Le permite reconocer sus posibilidades, limitaciones y cambios necesarios para mejorar su aprendizaje. La Autoevaluación permite al alumno:
  • Emitir juicios de valor sobre sí mismo en función de ciertos criterios de evaluación o indicadores previamente establecidos.
  • Estimular la retroalimentación constante de sí mismo y de otras personas para mejorar su proceso de aprendizaje.
  • Participar de una manera crítica en la construcción de su aprendizaje.

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COEVALUACION: Cuando el grupo es quien se evalúa.
  Es el proceso de valoración conjunta que realizan los alumnos sobre la actuación del grupo, atendiendo a criterios de evaluación o indicadores establecidos por consenso. 
  La Coevaluación permite al alumno y al docente:
  • Identificar los logros personales y grupales.
  • Fomentar la participación, reflexión y crítica constructiva ante situaciones de aprendizaje.
  • Opinar sobre su actuación dentro del grupo.
  • Desarrollar actitudes que se orienten hacia la integración del grupo.
  • Mejorar su responsabilidad e identificación con el trabajo.
  • Emitir juicios valorativos acerca de otros en un ambiente de libertad, compromiso y responsabilidad.
Un estado final transitorio puede referirse a la culminación del trabajo en una unidad didáctica, o a un período de tiempo escolar  (tres  meses,  seis  meses,  un  año,  tres  años,  etc.).  Aquí se  toman  las  decisiones  sobre  los  estudiantes  y  los ajustes que sean necesarios para continuar con el plan de trabajo. Por ejemplo, programas especiales de apoyo para uno,  varios  o  todos  los  estudiantes;  orientaciones  para  el  alumno  y  para  la  familia;  modificaciones  en  las  didácticas, mejoras en el uso de medios, etc. Es muy conveniente que en la evaluación de los estados finales transitorios participen otros profesores del área, para introducir una mejor objetividad en los juicios de valor.

El significado positivo y  “sano” de una evaluación cualitativa radica en la intención de interpretar, con más precisión, el complejo proceso del aprendizaje significativo. Esto requiere tener en cuenta, con prioridad, los comportamientos y los procedimientos, las respuestas consideradas como válidas por los diferentes sectores de la cultura.

Evaluar el estado cognoscitivo y afectivo del estudiante, frente a un  Ã¡rea del conocimiento,

significa considerar todos aquellos  elementos  necesarios  para  diagnosticar  los  

estados  del  aprendizaje,  los  factores  formativos  y  los  logros alcanzados, de acuerdo

 con los propósitos y las estrategias de intervención  utilizadas durante el proceso educativo.

Se  debe  evaluar  continuamente  al  estudiante  en  comportamientos  que  muestren  su  trabajo  cotidiano:  su  actitud,  su dedicación,  su  interés,  su  participación,  su  capacidad  de  diferenciación  en  algún  Ã¡rea  o  asignatura  particular,  su habilidad para asimilar y comprender informaciones y procedimientos, su refinamiento progresivo en los métodos para conocer, para analizar, crear y resolver problemas, y su inventiva o tendencia a buscar nuevos métodos o respuestas para las situaciones. Lo anterior incluye elementos tan variados como:

Las concepciones de los alumnos sobre los conceptos.

 Los cambios que se presentan en las concepciones mediante la participación activa de los estudiantes durante la construcción de los conocimientos.

La comprensión de los conocimientos básicos en un momento dado.
 El estado de conceptualización alcanzado frente a los saberes formales.
Las formas de comunicación de concepciones y conceptos.
La capacidad para aplicar los conocimientos.
La capacidad para interpretar, plantear y resolver problemas.
 Las estrategias y procedimientos utilizados para plantear y resolver problemas.
Los estilos de trabajo: solitario y colectivo.  
 La adquisición de destrezas.
La participación individual en tareas colectivas.
El interés por ampliar los conocimientos discutidos en el aula.
La capacidad de lectura y escritura de temas relacionados con el área.
La capacidad de reflexionar, críticamente, sobre lo que se aprende, lee o escribe.

Toda evaluación educativa es un juicio en donde se comparan los propósitos y deseos
con la realidad que ofrecen los procesos, de aquí que la evaluación debe ser más una reflexión que un instrumento de medición para poner etiquetas a los individuos; lo que no excluye el reconocimiento de las diferencias individuales.

Contexto para la evaluación

 Elementos para la evaluación de logros formativos y cognitivos
Un elemento importante a tener en cuenta es la diferenciación entre las respuestas de los estudiantes y las soluciones. Las primeras son una especie de acuerdo del sujeto con él mismo, las segundas pertenecen a los saberes formales. Con estas  connotaciones,  no  existen  respuestas  equivocadas  desde  el  punto  de  vista  del  sujeto.

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