martes, 16 de abril de 2013

PENSAMIENTO METRICO Y SISTEMA DE MEDIDAS


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PENSAMIENTO MÉTRICO Y SISTEMAS DE MEDIDAS

La interacción dinámica que genera el proceso de medir entre el entorno y los estudiantes, hace que éstos encuentren situaciones de utilidad y aplicaciones prácticas donde una vez más cobran sentido las matemáticas.

Actividades de la vida diaria relacionadas con las compras en el supermercado, con la cocina, con los deportes, con la lectura de mapas, con la construcción, etc., acercan a los estudiantes a la medición y les permiten desarrollar muchos conceptos y destrezas matemáticas. La desatención de la geometría como materia de estudio en las aulas y el tratamiento de los sistemas métricos desde concepciones epistemológicas y didácticas sesgadas, descuida por un lado el desarrollo histórico de la medición y por otro reduce el proceso de medir a la mera asignación numérica.

No  es  extraño,  en  nuestro  medio,  introducir  a  los  niños  y  a  las  niñas  en  el  mundo  de  la  medida  con  instrumentos refinados y complejos descuidando la construcción de la magnitud objeto de la medición y la comprensión y el desarrollo de procesos de medición cuya culminación sería precisamente aquello que hemos denunciado como prematuro.

 No  se  les  ha  permitido  conocer  el  desarrollo  histórico  de  la  medida,  lo  que  conlleva  a  que  no  se  den  cuenta  de  la necesidad misma de medir, ni de cómo la medida surgió de una “noción de igualdad socialmente aceptada” al comparar el tamaño, la importancia, el valor, etc., en situaciones comerciales o de trueque.
Algunos  investigadores  afirman  que  los  niños  no  tienen  conciencia  de  las  sutilezas  de  la  noción  de  replicación de la unidad, es decir, la repetición de una única unidad de medida, a partir de lo cual el hombre ha llegado al número y al recuento; y que de este hecho nació  la necesidad de patrones de medida fijos.

SOBORNE afirma: En  las  escuelas  actuales,  gran  parte  de  lo  que  se  aprende  sobre  medición  es  de  naturaleza puramente  incidental.

Los  conceptos  de  medida  aparecen  en  situaciones  cuyo  propósito  es  enseñar y aprender  sobre  el  número.  Se  supone  que  la  medida  es  intuitiva  y  está  lo  suficientemente  poseída y comprendida por los alumnos como para servir de marco intuitivo en cuyo seno explicar las operaciones aritméticas. Tal presunción ha de ser puesta en tela de juicio.

Además, la naturaleza de la forma en que los niños aprenden a medir y se valen de medidas en el contexto de esta transferencia exige cuidadosa atención. (Soborne, 1976). Los procesos de medición comienzan  “desde las primeras acciones con sus  éxitos y fracasos codificados como más o menos,  mucho  o  poco,  grande  o  pequeño,  en  clasificaciones  siempre  relacionadas  en  alguna  forma  con  imágenes espaciales, esto es con modelos geométricos, aun en el caso del tiempo.



 LA CONSTRUCCIÓN DE LOS CONCEPTOS DE CADA MAGNITUD.

 La comprensión de los procesos de conservación de magnitudes.
La estimación de magnitudes y los aspectos del proceso de “capturar lo continuo con lo discreto”.

 La apreciación del rango de las magnitudes.

 La selección de unidades de medida, de patrones y de instrumentos.

 La diferencia entre la unidad y el patrón de medición.

 La asignación numérica..

El concepto de magnitud empieza a construirse cuando se sabe que hay algo que es más o menos que otra cosa y se pregunta: más qué o  más de qué.

Puede darse una etapa intermedia de construcción de magnitudes que después se puedan  fundir  en  una  sola,  como  se  ha  señalado  para  la  longitud,  con  las  magnitudes  intermedias  de  largo,  ancho, espesor, altura, profundidad, etcétera.

Más bien se nota que primero se logra la comparación en la dirección de menor a mayor, es decir la relación de ser más grande,  que  es  anterior  a  la  de  ser  más  pequeño  que,  etc.  Una  vez  consolidada  esa  relación  unidireccional  se reversibilidad la relación para construir la inversa, y se coordinan ambas. Sólo cuando fracasan los intentos de someter los objetos y fenómenos a esas relaciones de desigualdad se construye la equivalencia respectiva.

EL DESARROLLO DEL PROCESO DE CONSERVACIÓN

Es  especialmente  importante  sobre  todo  para  quienes  inician  el  ciclo  de  la  educación   básica  primaria,  ya  que  la captación de aquello que permanece invariante a pesar de las alteraciones de tiempo y espacio, es imprescindible en la Consolidación de los conceptos de longitud, área, volumen, peso, tiempo, etc.

En  estudios  acerca  de  la  conservación  de  la  longitud  realizados  por
 MÚSICK  (1978)  en  142  niños  de  edades comprendidas entre los tres años y medio y los nueve años, encontró que dada una distancia entre dos sitios A y B que se encontraban en lados opuestos de una sala, los comentarios de los niños al juzgar las distancias de ida (A B) y vuelta
(B A) en condiciones diferentes fueron de este tipo:
 Es más lejos ir a un sitio que volver.
 Fui más lejos cuando corrí porque eso es más rápido que saltar.
 Llevar el cesto hizo que el camino fuera más largo.
 Las carreras son siempre más lejos que los saltos, porque a saltos es más despacio y se tarda más tiempo.

Un ejemplo para la conservación de masa consiste en transformar una varita de plastilina en una barrita, y uno para la conservación de volumen es transvasar una cantidad de líquido de un recipiente pando a otro alto
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En ambos casos los niños consideran que en el segundo estado hay más plastilina y más agua respectivamente

 LA ESTIMACIÓN DE MAGNITUDES  y los aspectos del proceso de “capturar lo continuo con lo discreto” están íntimamente relacionados con los conceptos de medida y conteo.

A propósito de esta relación
BROOKS (1970) adopta un planteamiento histórico, considerando que la base de todo proceso de medidas la reiteración de una unidad.

Sin embargo, los conceptos numéricos asociados al proceso de medida suponen más que el mero contar en  sentido  ordinario, puede  suceder  que  en  el  proceso  de  medida  las  propias  unidades  sean indistinguibles unas de otras.

 De ordinario, el recuento se ocupa de las llamadas variables discretas, es decir, se aplica a situaciones en las que cada una de las unidades individuales que hay que contar es una entidad distinta y separable, con asignación de un número a un conjunto.

Supongamos,  sin  embargo,  que  se  pretende  dividir  una  torta  física y real en cuatro porciones iguales,

¿Cómo  medir  la  cuarta  parte  de  una  torta?, en  este  caso  cada  unidad  de  volumen  o   área no es individualmente  distinguible,  como  lo  era  cuando  la  situación  sólo  requería  contar.  Por  lo  tanto  tal medición sólo puede tener precisión aproximativa, y cuanto más refinado y perfecto es el instrumento de medida, tanto más podremos acercarnos a la exactitud. ¿Cuánto hay?, es en este caso una pregunta muy distinta de ¿cuántos hay?


Aunque las magnitudes que nos ocupan son de naturaleza continua, en los primeros ensayos tendientes a encontrar una estimación  de  sus  medidas,  la  repetición  reiterada  de  patrones  susceptibles  de  ser  contados  mediante  los  números naturales parece ocultar el carácter continuo de dichas magnitudes. Podríamos decir que, en este caso, hay un esfuerzo por capturar lo continuo magnitudes) con lo discreto (números naturales).

Cuando se trata del área de superficies, es usual “cuadricular” la representación de éstas y preguntar, por ejemplo,
 ¿Con cuántas baldosas se recubre el piso? La unidad patrón es la baldosa, y el número de ellas es una medida del  área de dicha superficie.

Estas actividades conllevan a la noción de recubrimiento por repetición de una unidad y son previas para el proceso de medición del área. Sin embargo es necesario realizar otro tipo de actividades que permitan captar la naturaleza continua y aproximativa de la medida
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Para   avanzar   en   los   procesos   de   medición   es   importante   desarrollar   la   estimación   aproximada   de   las longitudes/distancias,  áreas,  volúmenes/capacidades, duraciones,  pesos/masas,  amplitudes  angulares,  temperatura etc.

BRIGHT (1976) define la estimación de magnitudes como “el proceso de llegar a una medida sin la ayuda de instrumentos de medición. Es un proceso mental, aunque frecuentemente hay aspectos visuales y manipulativas en él.


 El patrón debe tener en lo posible una unidad de  área. Pero la unidad no tiene por qué estar ligada a un patrón  determinado.

  La  influencia  de  la  longitud  y  del  antiguo  metro-patrón  de  París  sirven  como obstáculos epistemológicos para una conceptualización más completa del proceso de medición.
Los patrones son inicialmente antropocéntricos y no estandarizados. Sólo el desequilibrio producido por dos mediciones con patrones corporales que produzcan el mismo número, pero en las que la cantidad sea  perceptiblemente  diferente,  llevan  a  captar  la  necesidad  de  la  fijación  convencional  de  patrones estandarizados. Piénsese  por  ejemplo  en  un  juego  de  fútbol  en  el  que  el  profesor  proponga  que  para medir la distancia entre los postes del arco se utilice el pie de uno de los niños en el arco de su equipo, y el del profesor en el arco del equipo contrario. Los resultados llevarán a los mismos alumnos a proponerla fijación de un pie estándar.

La  estimación  de  medidas  ayuda  a  los  niños no  sólo  a  reforzar  la  comprensión  de  los  atributos  y  el proceso de medición sino a que adquieran conciencia del tamaño de las unidades.

 EL TRASFONDO SOCIAL DE LA MEDICIÓN

La  interacción  social  y  la  referencia  a  un  trasfondo  significativo  e  importante  para  el  alumno  son  absolutamente insustituibles en la construcción de los procesos de la medición en el cerebro de cada uno de los participantes.

¿Cuántas veces hemos tenido que volver a mirar el valor numérico de un año luz, o un barril, o una milla marina?, pues como no somos ni astrónomos, ni petroleros, ni marineros, estas medidas no tienen significado para nosotros. No vale la pena gastarle tiempo a aprenderlas, sino sólo a saber en dónde buscarlas y a quién preguntarle sobre ellas.

Es suficiente saber manejar las conversiones de unidades y las operaciones en unos cuantos contextos diferentes en donde uno domine el trasfondo social y tenga interés en obtener resultados correctos, especialmente cuando se corre un riesgo real si uno se guía por un resultado equivocado.

Los procesos hasta aquí comentados son los más relevantes del proceso total de medición de cualquier magnitud, la relación didáctica que los docentes establezcan con ellos al momento de preparar sus clases con llevar a  la adecuada selección de los materiales de manera que faciliten la abstracción de la magnitud que se pretende estudiar y el desarrollo de los procesos aquí tratados

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