PENSAMIENTO GEOMETRICO
La geometría estudia los cuerpos, sus propiedades, las relaciones
existentes entre ellos, las propiedades y las características del espacio que
permanecen invariantes a través de posibles transformaciones de las figura;
estudia también el espacio, los objetos que en él se encuentran y sus
movimientos.
El objetivo de la enseñanza de la geometría en la escuela es ayudar al
alumno a dominar sus relaciones con el espacio para que pueda representar y
describir en forma ordenada el mundo en que vivimos y conocer los entes
geométricos como modelizaciones de la realidad. El punto de partida de ese conocimiento
es el tratamiento intuitivo de las
nociones espaciales y geométricas. La construcción del significado de los
conceptos espaciales y geométricos se lograra a través de su utilidad para
resolver problemas.
La existencia de los objetos justifica la existencia del espacio. Los
procesos cognitivos comienzan a partir del conocimiento de esos objetos; ese
conocimiento tiene su raíz en el descubrimiento de la existencia de algo: un
objeto que se puede ver, tocar, mover, manipular; es decir, se puede accionar
sobre el.
El niño llega a la geometría a través de una vinculación empírica con su
entorno físico. El espacio en el que se desplaza lo pone en contacto con los
cuerpos reales: sus formas, sus características, los elementos que los
constituyen, las semejanzas y las diferencias existentes entre ellos, etc. Por
esto la enseñanza de la geometría se inicia con los cuerpos reales físicos para
pasar luego a los cuerpos geométricos.
Los
conceptos y las propiedades geométricas deben construirse a partir de lo
concreto, pero la simple observación no basta para lograr la abstracción de
conceptos; es necesario operar sobre los objetos, producir transformaciones en
ellos, explóralos a través de los
sentidos. La exploración de los cuerpos y figuras se inicia con los elementos
que componen el mundo en que vivimos; allí hallaremos un material rico para
observar, establecer semejanzas y diferencias, descubrir elementos, comprobar
propiedades, etc.
Luego pasaremos a los cuerpos geométricos para poder
conocerlos integralmente. Ese conocimiento llevará paulatinamente al estudio
de entes y propiedades inherentes a la geometría métrica euclidiana que se
estudia en la escuela.
GEOMETRÍA ACTIVA
La
geometría activa es una alternativa para restablecer el estudio de los
sistemas geométricos como herramientas de exploración y representación del
espacio. Para lograr este dominio del espacio se sugiere el enfoque de
geometría activa que parte de la actividad del alumno y su confrontación con el
mundo. Se da prioridad a la actividad sobre la contemplación pasiva de figuras
y símbolos, a las operaciones sobre las
relaciones y elementos
de los sistemas
y a la
importancia de las
transformaciones en la comprensión aun
de aquellos conceptos
que a primera
vista parecen estáticos
DESARROLLO
DEL PENSAMIENTO GEOMÉTRICO
La
moderna investigación sobre
el proceso de
construcción del pensamiento
geométrico indica que
éste sigue una evolución muy lenta desde las formas
intuitivas iniciales hasta las formas deductivas finales, aunque los niveles
finales corresponden a niveles escolares bastante más avanzados que los que se
dan en la escuela.
El modelo de
Van Hiele es la
propuesta que parece
describir con bastante
exactitud esta evolución y
que está adquiriendo cada vez
mayor aceptación a nivel internacional en lo que se refiere a geometría
escolar.
Van
Hiele propone cinco
niveles de desarrollo
del pensamiento geométrico
que muestran un
modo de estructurar
el aprendizaje de la geometría. Estos niveles son:
El Nivel 1: Es el nivel de la
visualización, llamado también de familiarización, en el que el alumno percibe
las figuras como un todo global, sin detectar relaciones entre tales formas o
entre sus partes. Por ejemplo, un niño
de seis años puede reproducir un cuadrado, un rombo,
un rectángulo; puede recordar de memoria sus nombres. Pero no es capaz de ver
que el cuadrado es un tipo especial de rombo o que el rombo es un paralelogramo
particular. Para él son formas distintas
y aisladas.
En este nivel, los objetos sobre los cuales los
estudiantes razonan son clases de figuras reconocidas visualmente como de “la
misma forma”.
El Nivel 2: Es un
nivel de análisis,
de conocimiento de
las componentes de las figuras,
de sus propiedades
básicas. Estas propiedades van
siendo comprendidas a
través de observaciones
efectuadas durante trabajos
prácticos como mediciones, dibujo, construcción de modelos, etc. El
niño, por ejemplo, ve que un rectángulo tiene cuatro ángulos rectos, que las
diagonales son de la misma longitud, y que los lados opuestos también son de la
misma longitud. Se reconoce la igualdad de los pares de lados opuestos del
paralelogramo general, pero el niño es todavía incapaz de ver el rectángulo
como un paralelogramo particular.
En
este nivel los
objetos sobre los
cuales los estudiantes
razonan son las
clases de figuras,
piensan en términos de conjuntos de propiedades que
asocian con esas figuras.
El Nivel 3: Llamado de ordenamiento o
de clasificación. Las relaciones y definiciones empiezan a quedar clarificadas,
pero sólo con ayuda y guía. Ellos pueden clasificar figuras jerárquicamente
mediante la ordenación de sus propiedades y dar argumentos informales para
justificar sus clasificaciones; por ejemplo, un cuadrado es identificado como
un rombo porque puede ser considerado como “un rombo con unas propiedades
adicionales”. El cuadrado se ve ya como un caso particular del rectángulo, el
cual es caso particular del paralelogramo. Comienzan a establecerse las
conexiones lógicas a través de la experimentación práctica y del razonamiento.
En este nivel, los objetos sobre los cuales
razonan los estudiantes son las propiedades de clases de figuras.
El Nivel 4: Es ya de razonamiento deductivo; en él se
entiende el sentido de los axiomas, las definiciones, los teoremas, pero aún
no se hacen
razonamientos abstractos, ni se entiende
suficientemente el significado
del rigor de las
demostraciones.
El Nivel 5: Es el del rigor; es cuando
el razonamiento se hace rigurosamente deductivo. Los estudiantes razonan formalmente
sobre sistemas matemáticos,
pueden estudiar geometría
sin modelos de
referencia y razonar formalmente manipulando enunciados
geométricos tales como axiomas, definiciones y teoremas.
Las investigaciones de Van Hiele y de los
psicólogos soviéticos muestran que el paso de un nivel a otro no es automático
y es
independiente de la
edad. Muchos adultos
se encuentran en
un nivel 1 porque no
han tenido oportunidad
de enfrentarse con experiencias que les ayuden a pasar al nivel 2.
Sin embargo,
algunos estudios han
mostrado que la
población estudiantil media
no alcanza los
dos últimos niveles,
especialmente el del rigor, pues exige un nivel de cualificación matemático
elevado, y que no hay mucha diferencia entre estos dos niveles.
Parece
que los estudiantes
deben recorrer un
largo trecho entre
los tres primeros
niveles y los
últimos de rigor
y formalización, y que ese trecho no ha sido investigado suficientemente
para detectar a su vez la existencia de niveles intermedios.
Aunque
estos niveles son
una aproximación aceptable
a las posibles
etapas en las
que progresa el
pensamiento geométrico, los docentes debemos ser críticos con respecto a
ellos, pues no parecen dirigidos a lo que parecen ser los logros más
importantes del estudio
de la geometría:
la exploración del
espacio, el desarrollo
de la imaginación tridimensional, la formulación y
discusión de conjeturas, jugar con los diseños y desolaciones del plano y sus
grupos de transformaciones. La propuesta
de geometría activa,
que parte del
juego con sistemas
concretos, de la
experiencia inmediata del espacio y el movimiento, que lleva a la
construcción de sistemas conceptuales para la codificación y el dominio del
espacio, y a la expresión externa de esos sistemas conceptuales a través de
múltiples sistemas simbólicos, no coincide con la descripción de Van Hiele, más
orientada a la didáctica clásica de la geometría euclidiana y al ejercicio de
las demostraciones en T o a doble columna.
La construcción del
espacio
La elaboración y la construcción del concepto de
espacio lleva su tiempo y se desarrolla en etapas.
Cuando un niño dibuja algo no copia lo que ve, sino
que dibuja lo que sabe, lo que tiene en su mente. Por eso, cuando dibuja una
mesa vista de arriba, por ejemplo, dibuja sus cuatro patas a los lados. Sus
ideas del espacio se originan en situaciones personales y concretas; el espacio
real, las dimensiones, las distancias, serán reconstruidas por el niño según su
criterio y sus vivencias.
La construcción del
concepto de espacio se produce en tres
1. de
exploración.
2. de
organización.
3. de
sistematización.
ETAPA DE EXPLORACIÓN
En la primera etapa de su vida el niño actúa en el
espacio mediante la locomoción. Necesita desplazarse por el espacio
circundante para conocer sus dimensiones y las formas que en él se encuentran;
no puede evocar objetos ausentes, pero sí accionar sobre los existentes.
La manera en que el niño se relaciona con su medio, la
existencia de objetos concretos que despiertan su interés, permitirá que
descubra las relaciones que existen entre ellos.
En esta etapa descubre las nociones espaciales
básicas: en el propio esquema corporal, entre él y los objetos, en los objetos
entre sí, entre las partes de un objeto.
En la etapa de exploración del espacio que suele
extenderse hasta los primeros años de la escuela, se construyen los siguientes
conceptos:
• La orientación: arriba, encima de, sobre,
abajo, debajo de, al fondo, delante de, anterior a, antes de, posterior a,
después de, la izquierda, la derecha, al centro, etcétera.
• El lugar: frontera, borde, contorno,
perímetro, interior, dentro de, exterior, afuera, etcétera
• La distancia: cerca, lejos, aquí, allí, allá,
más allá, etcétera.
• La longitud: largo, corto, ancho, alto,
etcétera.
• Ias formas geométricas: redondo, cuadrado,
etcétera.
Estos conceptos espaciales —de uso cotidiano— son
relativamente sencillos para los niños; su tratamiento en la escuela es
constante y en situaciones diversas: los juegos, las clases de educación física
y música, etcétera.
Cuando se enseñan las nociones de distancia y
longitud, el niño pasa por distintas subetapas hasta construir el concepto
matemático de la conservación de la
longitud. Esas subetapas son: la de comparación directa y la de
comparación indirecta.
Comparación directa: la actividad se realiza
cuando las dos cantidades están presentes simultáneamente y pueden ser
manipuladas y comparadas superponiéndolas.
Comparación
indirecta: la actividad comparativa se realiza utilizando un
patrón de comparación.
Mediante las actividades que se realizan en esta
etapa, el niño legará a comprender que la longitud de un objeto no cambia a
pesar de que se modifique su posición o la configuración espacial de los tramos
que componen esa longitud.
Luego se enseña la subdivisión de una longitud en
partes equivalentes: si una longitud es dividida en partes, la longitud total
se mantiene.
Paulatinamente, se interiorizarán relaciones de
equivalencia, de orden y la transitividad.
Si la cinta azul es igual de larga que la cinta roja,
la cinta roja es igual de larga que la cinta verde, entonces la cinta azul es
igual de larga que la cinta verde. La transitividad es muy importante, pues
permite —entre otras cosas— seriar.
Cuando se realizan comparaciones indirectas, se
utilizan al principio patrones-unidades arbitrarias para medir (un hilo, el
ancho de la mano, los dedos, un lápiz, etcétera), hasta que se comprende que,
para unificar criterios de medición, es necesario utilizar unidades de medida
comunes para todos los usuarios (unidad de medida universal).
Para el conocimiento de las formas geométricas el niño
utiliza sus sentidos: la vista, el tacto, etc. Es así que la observación, el
manipuleo de los objetos, la comparación entre los mismos, sus semejanzas, sus
diferencias, etc. le permitirán establecer relaciones del tipo: “es parecido
a”, “es distinto de”, “es más chico que”, “tiene tantos lados corro”, etcétera.
Sugerencias didácticas para el primer ciclo de la ebp
Proponemos una actividad para el aprendizaje de los
siguientes contenidos conceptuales: región interior, región exterior, frontera,
perímetro, adentro, afuera.
Los conocimientos previos del niño serán seguramente
las nociones espaciales básicas adentro y afuera y los números del uno al seis
(no indispensable).
Los recursos materiales que se necesitan son tizas
blancas y de colores, pizarrón, números confeccionados en papel (1 al 6)
Las expectativas de logros procuran que los alumnos:
• interpreten una información para resolver
situaciones problemáticas;
• establezcan relaciones espaciales elementales;
• interpreten información oral para resolver situaciones
varias;
• desarrollen habilidades psicomotrices básicas;
• identifiquen curvas abiertas y cerradas;
• Comiencen a construir ras nociones de región
interior región exterior, frontera y perímetro.
SECUENCIA DE
ACTIVIDADES:
1. Se formarán
grupos de seis niños, permitiéndoles la agrupación libre. Se les repartirán
cartones con los números del 1 al 6. Se pedirá a los niños con los números
asignados del 1 al 5 inclusive que formen una ronda, tomados de la mano con
los brazos extendidos. Luego se les pedirá a los niños con el número 6 que se
coloquen dentro de la ronda. Se es mostrará que los niños con el número 6 están
en el interior de la rueda. Se le pedirá al niño número 6 que recorra la
región interior de la rueda. Se dibujará una curva cerrada en el suelo y en el
pizarrón, informando que esa curva es el contorno de la rueda y se pintará la
región interior de la curva con una tiza de color.
2. Se le pedirá al alumno número 6 que se incorpore en
la rueda, diciendo que la rueda es la frontera o perímetro. Se le pedirá a un
alumno que recorra la región exterior de las ruedas, indicando que esa región
de afuera de la frontera es la región
exterior. Se pintará en los dibujos del suelo y el pizarrón la región
exterior con un color distinto del anterior
3. Se pedirá a los
niños que se agrupen de manera distinta de la anterior y se repetirán las
actividades 1 y 2.
4. Se entregarán a
los niños dibujos con curvas cerradas y abiertas para que identifiquen pintando
con distintos colores la región interior, la región exterior y la frontera de
las curvas dibujadas.
Etapa de organización
En esta etapa el
niño puede percibir las distancias sin necesidad de recorrerlas realmente.
Utiliza principalmente sus sentidos (especialmente la vista) y se le abren las
posibilidades de conocer más extensamente el espacio circundante.
Sugerencias didácticas para el segundo ciclo de la ebp
La etapa anterior de exploración del espacio suele
coincidir con el inicio de la escolaridad; no obstante, esto no es riguroso. Lo
alumnos ilustran
características muy variadas y poseen un bagaje muy distinto de conocimientos
previos, relacionados con su entorno sociocultural. Por ello el docente debe
realizar actividades de diagnóstico que le permitan determinar si los niños
pueden moverse en el espacio cumpliendo las consignas propias de esa etapa:
arriba, abajo, adentro, afuera, sobre, etcétera.
Se pueden proponer actividades y juegos en los que se
usen estas nociones y verificar su cumplimiento correcto; también se le, pide
al alumno que verbalice sus acciones: una actividad como “guía a tu pareja” es
muy útil: un niño con los ojos vendados es guiado por otro cuyas instrucciones
le permitirán salvar obstáculos y llegar a la meta. También es útil la
dramatización de canciones infantiles que en su letra contengan las palabras
que se refieren a las nociones espaciales básicas.
Realizado el diagnóstico, se iniciarán las actividades
propias de la organización del espacio, cuando los alumnos estén capacitados
para realizarlas. El Segundo Ciclo de la
ECB está dedicado a esta etapa; en él se estudiará topología,
se enseñará la geometría métrica euclidiana, se reconocerán y estudiarán los
cuerpos y las formas geométricas, sus elementos constitutivos, sus propiedades
y las relaciones existentes entre los entes geométricos.
Topología <topos: lugar) es la rama de la
geometría que estudia las propiedades de las figuras que se mantienen
invariantes ante transformaciones (estiramientos, torsiones, deformaciones que
no lleguen a rasgar o destruir la figura), pero estas transformaciones sí
modifican el lugar de los objetos.
El punto de partida de la enseñanza y el aprendizaje
de la geometría es la intuición: a partir del conocimiento intuitivo se
realizan comprobaciones, verificaciones experimentales; por último, pueden
utilizarse criterios de inferencia y deducciones. La geometría se ha organizado
sobre bases empíricas, intuitivas y lógicas. Los alumnos participan en forma
activa concreta y mentalmente en la construcción de los conceptos con la guía
del docente.
Para el aprendizaje de las formas geométricas propias
de esta etapa es preciso comenzar por el conocimiento de los cuerpos. Se accede
a las figuras a partir de los cuerpos. Se comienza con los cuerpos reales que
se encuentran a nuestro alrededor: el armario, la caja de tizas, una ata de
conservas, una naranja, etc., y luego se pasa a los cuerpos geométricos.
La característica de los cuerpos es que ocupan un
lugar en el espacié; tienen tres dimensiones: largo, ancho y espesor. Los
cuerpos tienen por fronteras sus caras, que son superficies planas o
superficies curvas.
Los cuerpos cuyas fronteras son superficies planas se
llaman cuerpos poliedros y los que tienen superficies curvas (al menos una)
son los cuerpos redondos.
Los cuerpos
Se puede distribuir a los
alumnos diversos cuerpos: latas, cajas, envases de plástico,
etc. para que los observen, manipulen, reconozcan sus contornos (mediante el
tacto y la vista) y describan cómo son, es decir, cuáles son sus
características: color, forma) tamaño, consistencia, etcétera.
Nos concentraremos luego en su forma, especialmente la
forma de sus caras, para agruparlos por sus semejanzas y separarlos por sus
diferencias. Así surgirá la clasificación de los cuerpos:
• Cuerpos con una base, con dos bases o sin base.
• Cuerpos que ruedan con facilidad o cuerpos que
no ruedan fácilmente.
• Cuerpos redondos y cuerpos no redondos.
Esta clasificación según la superficie de sus caras se
basa en los siguientes principios matemáticos:
• Cuerpos con caras planas o cuerpos
poliédricos: prismas y pirámides;
• Cuerpos con caras curvas (al menos una) o
cuerpos redondos: cilindros, conos, esferas.
Cuando se observan las caras de los cuerpos se
advierten algunas regularidades relacionadas con su forma y los elementos que
las constituyen:
Las caras de los cuerpos son figuras. Corresponden a
superficies planas o planos. Los planos no tienen borde o
frontera, tienen dos dimensiones y son continuos. Pueden extenderse tanto como
se quiera. El plano es para la geometría euclidiana un ente primitivo que no
tiene definición. Los planos suelen nombrarse con letras del alfabeto griego:
α, β, ∞, ⱷ, etcétera.
Los lados de los cuerpos se llaman aristas y
son segmentos; si prolongamos los extremos de los segmentos
indefinidamente en ambas direcciones, obtenemos la recta. La recta
tiene una dimensión, divide al plano en dos sectores y cada uno de ellos es un
semiplano. Una recta es un continuo lineal con una dirección y dos sentidos,
que puede prolongarse siempre que se desee. Es otro de los entes primitivos de
la geometría euclideana; por ejemplo, la recta R.
Si prolongamos en un solo sentido el segmento,
obtenemos una semirrecta. Es decir que una semirrecta tiene una frontera
puntual. Una recta y un punto perteneciente a ella determinan dos semirrectas
opuestas; la semirrecta determina a su vez un sentido.
Un lado de un cuerpo (arista) es un segmento. El
segmento es la porción de la recta que tiene dos fronteras puntuales; los
segmentos pueden ser medidos. El segmento se nombra por los puntos de sus
extremos.
Un vértice de un cuerpo representa un punto; es el
punto de intersección de las tres dimensiones del espacio. El punto es otro
ente geométrico fundamental de la geometría euclidiana. El punto se nombra
generalmente con letras de imprenta minúsculas.
Las formas geométricas
Cuando el alumno inicia el estudio de las formas
geométricas, realiza actividades sensorias motrices y perceptivas. El
conocimiento de las formas y su identificación es visual y táctil. Además,
comienza a utilizar un vocabulario cada vez más específico que le permitirá
paulatinamente expresar con precisión los conceptos.
Las formas geométricas son
decepcionadas e identificadas en el siguiente orden:
·
4 a 6 años
(aproximadamente): rectángulos y cuadrados;
·
5 a 8 años
(aproximadamente): triángulos;
·
7 a 8 años
(aproximadamente): rombo no cuadrado.
Cuando se estudian las formas geométricas es de
fundamental importancia la observación cuidadosa de sus características y
particularidades.
Suele ocurrir frecuentemente que al considerar los
rectángulos se ponga el acento en las dimensiones de sus lados, cuando., en
realidad, la característica que debe destacarse en este caso es que los ángulos
son rectos (Rectángulos).
El niño puede confundir fácilmente las formas
geométricas cuando aparecen graficadas en una posición distinta de aquella en
la que está acostumbrado a verlas.
Reconoce fácilmente el cuadrado en la posición 1, pero
quizá no reconozca el de la posición 2. El rombo de la posición 3 es reconocido
más prontamente que el de la posición 4.
Por ello es muy importante que las formas geométricas
y las figuras puedan ser manipuladas, movidas, tocadas, trasladadas; que se observen
en distintas posiciones; que se reconozcan claramente sus características
distintivas; que se establezcan las semejanzas y las diferencias con otras
figuras. Se recomienda, entonces, que se elaboren en papel o cartulina y se
recorten para accionar con y sobre ellas. Las actividades concretas en esta
etapa están centradas en el manipuleo.
Las figuras planas aparecen al observar las caras de
los cuerpos; luego, los cuerpos pueden apoyarse en una de sus caras sobre un
papel y entonces esa cara será calcada y recortada para su estudio. Se
observarán sus características; se establecerán relaciones de semejanza y
diferencia con las otras caras de ese cuerpo; se contarán lados, vértices,
ángulos. Se descubrirán las trayectorias que determinan los cuerpos cuando
ruedan o se mueven sobre un plano, existiendo la posibilidad de anticipar
dichas trayectorias, dibujarlas y luego verificarlas.
En el momento en que conoce los ángulos, el niño
utilizará varillas movibles de cartón o madera. Esas varillas se apoyarán
sobre un plano (la mesa, el pizarrón, el suelo, etcétera), observando
atentamente las diferentes clases de ángulos que pueden formar.
En esta primera
aproximación al concepto de Angulo es conveniente no mencionar sus medidas y
definir los ángulos rectos de la siguiente forma:
Dos rectas, al cortarse, determinan cuatro regiones
congruentes; cada una de esas regiones se denomina ángulo recto.
Se puede plegar un papel de modo que se formen dos
rectas perpendiculares y verificar luego que las regiones en que queda dividido
el papel, después del plegado, son congruentes.
También se observarán los ángulos que forman las
agujas del reloj, los que forma la puerta sobre el piso al abrirse, etc. para
arribar así a la clasificación de ángulos convexos y cóncavos. Los ángulos
convexos pueden ser rectos, agudos u obtusos.
·
Angulo agudo: es el ángulo menor que un recto.
·
Angulo obtuso: es el ángulo mayor que un recto y
menor que
·
Angulo llano: es el ángulo equivalente a dos
rectos consecutivos; se llama también ángulo de medio giro.
·
Angulo cóncavo: es el ángulo mayor que un llano.
Las varillas
movibles (articuladas) son útiles también para elaborar conceptos relacionados
con segmentos consecutivos (colineales y no colineales), poligonales,
polígonos, etcétera.
Dos (o más) segmentos son consecutivos cuando tienen
un extremo en común.
Los segmentos consecutivos colineales son aquellos
que, además de ser consecutivos, están alineados; es decir, pertenecen
a una misma recta.
Se llama poligonal la unión de varios segmentos
consecutivos no alineados. Las poligonales pueden ser abiertas, cerradas,
cruzadas o simples.
El plegado de papel es un recurso muy eficaz y
fácilmente se pueden obtener ángulos, figuras, segmentos, etc. Este recurso es
indispensable para elaborar con claridad el concepto de congruencia. El
papel permite plegar y superponer y, por lo tanto, visualizar claramente las
congruencias.
El papel cuadriculado y el milimetrado también son
recursos muy valiosos, pero no deben ser utilizados permanentemente. Su uso
debe alternarse con el del papel liso para construcciones y/o mediciones. La
causa de esta sugerencia se debe al hecho de que el niño que se habitúa a emplear
permanentemente el papel cuadriculado y el milimetrado utiliza, como gula, las
marcas en sus construcciones lo que es adecuado en un principio, pero luego
necesita desprenderse de esa guía para aprender a manejarse con la regla y la
escuadra y lograr exactitud en sus dibujos y construcciones.
También recomendamos el uso de papel transparente y de
calcar, ya que permiten obtener formas geométricas congruentes con la que es
objeto de estudio y operar y accionar sobre ella.
El uso de los
instrumentos de geometría: regla, compás, escuadra, transportador, como
instrumentos de medición y construcción, debe ser precedido por su adecuado
conocimiento: cómo están graduados, cómo se usan, para qué sirven, etc. Si el
instrumento auxiliar es conocido de manera adecuada, seguramente será
utilizado de forma correcta y eficaz.
Cuando el alumno investiga una situación geométrica,
se formula una hipótesis inicial, es decir, una respuesta provisoria. La
exploración, la verificación, la comparación de las hipótesis y las
actividades de sus compañeros, la fundamentación de los procedimientos
empleados, las conclusiones que se puedan extraer, etc. permitirán que el
aprendizaje resulte significativo. Esa nueva información se incorpora e
integra en los saberes anteriores, es decir, se produce una asimilación
cognitiva.
Los
polígonos
Algunos de los contenidos conceptuales centrales de la
geometría son: polígonos en general, y triángulos y cuadriláteros, en particular.
El conocimiento y el estudio de los polígonos se
inician en la poligonal. Para el tratamiento de las poligonales y su
clasificación, hemos sugerido el uso de varillas articuladas movibles. Para
los polígonos, esas poligonales serán apoyadas sobre un plano (la mesa, el
pizarrón, un franelógrafo, el suelo, etcétera).
El polígono es la
unión de una poligonal cerrada no cruzada y su región interior.
El número de lados
de un polígono es igual al número de sus ángulos y al de sus vértices.
Los triángulos
Las generalidades
referidas a la enseñanza y el aprendizaje de las formas geométricas en general
y de los polígonos en particular serán también tenidas en cuenta para los
triángulos.
Triángulo es la
unión de un trilátero (poligonal de tres lados) y su región interior.
El triángulo es un
polígono de tres lados, tres ángulos y tres vértices. Se llama también trígono
y su frontera es un trilátero.
Cuando se estudian
los triángulos es recomendable dibujarlos en papel o cartulina y recortados; se
abre así un campo muy propicio para la experimentación. De esta manera el
alumno podrá superponer triángulos para comprobar o descartar congruencias,
plegar los triángulos para obtener el trazo de las alturas, calcar ángulos
interiores para compararlos, etcétera.
Una de las actividades más importantes referidas a los
triángulos los es la de su clasificación. Clasificamos los triángulos según
dos criterios:
·
las relaciones entre sus lados: equiláteros,
isósceles, escálenos;
·
las relaciones entre sus ángulos: acutángulos,
rectángulos, obtusángulos.
Al clasificar los
triángulos, los agrupamos por sus semejanzas y los separamos por sus
diferencias. Es importante destacar, en estas actividades de clasificación,
las características y las condiciones determinantes que debe reunir la figura
para pertenecer a una determinada clase.
·
Triángulo equilátero: tiene los tres lados
congruentes.
·
Triangulo isósceles: tiene al menos dos lados
congruentes.
·
Triangulo escaleno: tiene los tres lados no
congruentes.
·
Triángulo rectángulo: tiene un ángulo recto.
·
Triángulo acutángulo: tiene los tres ángulos
agudos
·
Triángulo obtusángulo: tiene un ángulo obtuso.
En muchas ocasiones
se suele definir el triángulo isósceles como aquel que tiene dos
lados congruentes y el tercer lado no congruente con los anteriores. Esta
definición —que se utilizaba en la
Grecia antigua— no es útil en nuestros días, ya que se
considera el triángulo equilátero como un caso particular del triángulo
isósceles. En los años superiores el alumno se enfrenta a preguntas semejantes
a la siguiente: ¿Los triángulos equiláteros son también isósceles? Para
responder adecuadamente se tiene en cuenta la definición de triángulo
equilátero.
La clasificación de
los triángulos puede diagramarse empleando el lenguaje conjuntista (diagramas
de Venn). Teniendo en cuenta las relaciones entre los distintos tipos de
triángulos, se obtienen los siguientes gráficos, según sus lados.
El trazado de las
alturas de un triángulo ofrece algunas dificultades en los triángulos
obtusángulos, pero se facilita cuando previamente se han trazado por plegado.
Las actividades gráficas y las construcciones son posteriores a las que se
realizan con material concreto, ya que se ven facilitadas cuando el alumno ha
realizado concretamente las actividades.
SUGERENCIAS DIDACTICAS
PROPIEDADES DE LOS
TRIANGULOS.
Las propiedades de
los triángulos que se enseñan en el Segundo Ciclo EBP son:
Propiedades de los
ángulos interiores de un triángulo. La suma de los ángulos interiores de un
triángulo es equivalente a un ángulo llano.
Propiedad triangular
(es la condición de posibilidad de un triángulo, permite su existencia): en
todo triangulo un lado es menor que la suma de los otros dos y mayor que su
diferencia.
Para la enseñanza de
las propiedades mencionadas sugerimos los siguientes procedimientos:
Procedimiento para
verificar la propiedad de los ángulos interiores de un triángulo.
La suma de los
ángulos interiores de un triángulo es igual a un ángulo llano.
Para verificar esta
propiedad se construye un triángulo cualquiera (ABC): se calca el triángulo en
papel transparente para obtener otro triangulo congruente con el primero, luego
se recorta el triángulo de papel transparente de tal forma que se obtengan sus
ángulos interiores.
Es importante operar
sobre un triángulo congruente con el ABC y no desarmar el triángulo original,
pues sirve como patrón de comparación.
Obtenidos los
ángulos 1, 2 y 3, se colocaran de tal forma que se transformen en ángulos
consecutivos. Así se podrá verificar que los tres ángulos interiores del triángulo
forman un Angulo llano.
Repetir la
experiencia con triángulos de diferentes características (rectángulos,
equiláteros, isósceles, escálenos, obtusángulos y acutángulos) llevara a
confirmar la propiedad. En los años superiores se puede demostrar:
Trazando la recta
paralela a la base a por el vértice b, se obtienen los ángulos 4 y 5.
El 4 = 1 por ser
ángulos alternos internos entre paralelas cortadas por una transversal.
El 5 = 2 por ser
ángulos alternos internos entre paralelas cortadas por una transversal.
4 + 3 + 5 = 1
llano. Reemplazando:
1 + 2 + 3 = 1 llano.
Las situaciones problemáticas que se presenten
deben ser variadas e incluir la reversibilidad:
·
Calcular la medida de uno de los ángulos de un triángulo,
conociendo los otros dos.
·
Dada la medida de tres ángulos, investigar si
pueden pertenecer a un triángulo.
·
Calcular la medida de los ángulos interiores de
un triángulo equilátero.
·
Calcular la medida de los ángulos de un triángulo
rectángulo, isósceles, etc.
Para construir la
escuadra es imprescindible verificar que los bordes de la hoja que se use se
mantengan la perpendicularidad. El procedimiento más seguro es plegar un papel
en cuartos, desplegarlo, luego construir la escuadra y recortar.
La construcción del
transportador suele poner en juego toda la creatividad de los niños. Lo más
frecuente es que dibujen un semicírculo
(utilizando el compás construido anteriormente) y plieguen. Se obtiene así la
graduación 45º, 90º, 135º y 180º. Al plegar en tercios obtienen el ángulo de
60º y luego su mitad, 30º.
Para realizar las
construcciones se deberán aplicar todos los recursos y los conocimientos y es
frecuente que los niños resuelvan las situaciones planteadas apelando al
ingenio. En el caso del ángulo de 60º puede ocurrir que construyan un triángulo
equilátero (cuyos ángulos interiores miden 60º cada uno, por la propiedad de
los ángulos interiores de un triángulo) y utilicen uno de estos ángulos del triángulo
para calcarlo. Para trazar su bisectriz bastara con doblar el ángulo por la
mitad de su amplitud.
ETAPA DE SISTEMATIZACION
Al finalizar el
segundo ciclo de la EBP
(aproximadamente), comienza una etapa de transición entre la organización del
espacio y su sistematización. Las formas reales pueden ser reemplazadas por
gráficos, construcciones y/o figuras de análisis.
La construcción del
concepto de proporcionalidad y el reconocimiento de la perspectiva determinan
el comienzo de la sistematización del espacio. Esta etapa comienza en el Tercer
Ciclo de la EBP y
se extiende durante toda la escolaridad posterior.
A partir de los 11 o
los 12 años el individuo está en condiciones de interpretar un espacio
matemático, un espacio abstracto; un espacio donde una figura o una forma pueda
ser pensada, analizada aun en ausencia de ella. En esta etapa se intenta la
generalización y la abstracción de los conceptos geométricos y se realizan (en
algunos casos) demostraciones por estrictos criterios de inferencia y aplicando
el pensamiento deductivo (teoremas).
En este periodo el
lenguaje matemático alcanzara progresivamente la precisión que lo caracteriza y
se integraran contenidos conceptuales y procedimentales. También se lograra la
interrelación de los entes geométricos y sus propiedades, imprescindible en la
resolución de situaciones problemáticas.
SUGERENCIAS DIDACTICAS
ETAPA DE ORGANIZACIÓN DEL
ESPACIO
· Elaborar
(fabricar) los instrumentos de geometría (regla, escuadra, compás,
transportador) con elementos de librería, como, por ejemplo: papel, papel
cuadriculado, papel milimetrado, papel glasé, hilo, etc.
·
Con los instrumentos fabricados construir:
-
dos rectas perpendiculares.
-
Dos rectas paralelas oblicuas.
-
Una circunferencia.
-
Un Angulo de 60º.
-
La bisectriz del Angulo anterior.
Cuando los alumnos
realizan estas actividades ponen en juego toda su creatividad y sus
conocimientos intuitivos, que no son pocos.
Asimismo, en la
construcción de los elementos de geometría seguramente se tendrán en cuenta los
principios matemáticos que los fundamentan. Por ejemplo: al construir la regla
no solo se debe tener en cuenta su rectitud, sino también que permita medir;
por lo tanto, deberá estar graduada.
En el caso del
compás, si bien algunos alumnos lo fabrican semejante al comprado con
alfileres, maderas, etc., lo realmente importante es que el compás elaborado
sirva para mantener una distancia fija (radio o diámetro de la circunferencia);
entonces suele bastar un hilo, uno cuyos extremos este fijado al plano de la
hoja (con un alfiler por ejemplo).
REPRESENTACIÓN BIDIMENSIONAL DEL ESPACIO
TRIDIMENSIONAL
Otro
aspecto importante del
pensamiento espacial es la exploración
activa del espacio
tridimensional en la
realidad externa y en la imaginación, y la representación de objetos s olidos
ubicados en el espacio.
Al respecto Palpan
y Winter, afirman:
A pesar de que vivimos en un mundo
tridimensional, la mayor parte de las experiencias matemáticas que
proporcionamos a nuestros
niños son bidimensionales. Nos
valemos de libros
bidimensionales para
presentar las matemáticas
a los niños,
libros que contienen
figuras bidimensionales de
objetos tridimensionales. A no dudar, tal uso de “dibujos” de objetos le
supone al niño una dificultad adicional en el
proceso de comprensión.
Es empero, necesario
que los niños
aprendan a habérselas
con las representaciones bidimensionales de su mundo.
En nuestro mundo
moderno, la información
seguir á estando diseminada por libros y figuras, posiblemente en
figuras en movimiento, como en la televisión, pero que seguirán siendo representaciones
bidimensionales del mundo real.
Para comunicar y expresar la información
espacial que se percibe al observar los objetos tridimensionales es de gran
utilidad el uso de representaciones planas
de las formas
y relaciones tridimensionales. Hay
distintos tipos de
tales representaciones. Cada una
es importante para
resaltar un aspecto,
pero es necesario
utilizar varias a la vez
para desarrollar y completar la percepción del espacio.
La representación en el plano de cuerpos sólidos
o de objetos de la realidad, puede hacerse mediante dibujos de vista única o
dibujos de vista múltiples. Los dibujos de vista única son aquellos en los que
se ilustran las tres dimensiones del objeto en una sola vista, con lo cual se
logra representar el objeto de una manera muy próxima a la realidad. Hay dos
maneras de hacer estos dibujos: mediante axonometrías y mediante perspectivas
cónicas.
Los
dibujos de vistas
múltiples representan los
objetos a través
de una serie
fragmentada de vistas relacionadas.
EL DIBUJO
EN PERSPECTIVA se puede
utilizar con mucho
provecho para la
educación estética, y para el ejercicio de las proyecciones de objetos
tridimensionales en la hoja de papel, y de la hoja de papel al espacio. Para
esto último se puede empezar por dibujar cubos y cajas en perspectiva, de
manera que unos oculten parcialmente a los otros, y luego tratar de colocar
cubos y cajas de cartón sobre una mesa de manera que se vean como en el papel.
Aun en el dibujo en perspectiva es difícil dibujar las elipses que representan
las distintas maneras como aparece un círculo desde distintos puntos de
vista. Por eso
puede ser aconsejable
limitar la perspectiva
a figuras rectilíneas a menos que los mismos alumnos quieran
explorar cómo se dibujan las tapas de las alcantarillas en las calles ya
dibujadas en perspectiva.
LAS TRANSFORMACIONES
En la actualidad, gran parte de la geometría
escolar se ha ocupado del movimiento de figuras geométricas desde una posición
a otra, y de movimientos que cambian el tamaño o la forma. El estudio de las
transformaciones de figuras ha ido progresivamente primando sobre la
presentación formal de la geometría, basada en teoremas y demostraciones y en
el método deductivo.
La primacía de las figuras muertas y de las
relaciones de paralelismo y perpendicularidad de líneas, y las de igualdad o
congruencia o semejanza de figuras ocultaron por mucho tiempo el origen activo,
dinámico de los conceptos geométricos, y dejaron en la penumbra las transformaciones.
Los sistemas geométricos se
redujeron a sus
componentes, como los
puntos, líneas y
planos, segmentos de
recta y curvas,
y figuras compuestas por ellos, con sólo la estructura dada por las
relaciones mencionadas.
Esta propuesta intenta
devolver la dinámica
a los sistemas
geométricos, con sus
operadores y
transformaciones, que resultan
de internalizar en
forma de esquemas
activos en la
imaginación, los movimientos,
acciones y transformaciones que se
ejecutan físicamente. Esto
quiere decir que
una transformación no puede definirse, ni mucho menos simbolizarse
formalmente, antes de que los alumnos hayan hecho algunas transformaciones
externas, moviéndose ellos mismos y moviendo hojas, varillas y otros objetos,
deformándolos, rotándolos o
deslizándolos unos sobre otros
de manera física,
de tal manera que ya puedan
imaginarse esos movimientos sin necesidad de mover o transformar algo material,
a lo más acompañando esta imaginación con movimientos
del cuerpo o de las manos”.
Cuando
se estudien estos
sistemas de transformaciones, debe
comenzarse por los
desplazamientos que pueden hacerse con el propio cuerpo, o
deslizando objetos y figuras sobre el plano del piso, del papel o del tablero.
Con esto se llega primero a las rotaciones y a las traslaciones. Se trata de
ver qué tipo de movimientos conservan la dirección, cuáles la orientación en el
plano o en el espacio, cuáles cambian los
órdenes cíclicos de los vértices,
sin definir verbalmente ninguna de estas transformaciones.
Me parece muy puntual el texto que escribes, es muy bueno para precisar algunas de las dudas sobre todo para los educadores que atienden los primeros grados, precisamente la única duda que tengo es ¿Por qué el triángulo lo consideras que aparezca hasta los 5-8 años?, considero que se puede trabajar de forma escolar desde los 4 años sino es que un poco antes. Agradezco de nuevo tu aporte en este blog.
ResponderEliminarMe parece muy puntual el texto que escribes, es muy bueno para precisar algunas de las dudas sobre todo para los educadores que atienden los primeros grados, precisamente la única duda que tengo es ¿Por qué el triángulo lo consideras que aparezca hasta los 5-8 años?, considero que se puede trabajar de forma escolar desde los 4 años sino es que un poco antes. Agradezco de nuevo tu aporte en este blog.
ResponderEliminar